En México, hablar de mole es hablar de identidad, de raíces y de tradiciones. Si bien en nuestro país hay infinidad de estilos de este platillo, el popular mole “Doña María”, seguramente ha estado sobre la mesa de casi todos los mexicanos.
El mole Doña María inicia su historia en la década de los cincuenta en la ciudad de San Luis Potosí, a unos metros del Barrio de Santiago. Su creadora es la señora María Pons Nicoux de Degetau, quien nació en la entidad un 13 de agosto de 1893 y falleció en la ciudad capitalina en 1974.
Doña María compartía este exquisito platillo entre sus familiares y amigos, mismo que preparaba en su casa de forma artesanal. Su peculiar sabor, causó gran aceptación entre sus conocidos, por lo que tiempo después decidió comercializarlo.
La casona de Doña María Pons
En el barrio de Santiago, zona céntrica de San Luis Potosí, una vieja casona se mantiene en pie, ahí vivió la creadora del famoso mole “Doña María”, quien primeramente preparaba el platillo de forma artesanal y en pocas cantidades.
La casona fue el primer lugar donde la señora María comenzó a vender el tradicional mole envasado. Poco tiempo después de iniciar su venta, debido a la demanda la casona se transformó en una pequeña fábrica de mole, donde la producción aumentó de a poco.
Al interior de la misma se encuentra uno de los más grandes símbolos del barrio, el mezquite donde Fray Diego colgó las primeras campanas después de fundar el barrio en 1952.
A pesar de que la mayor producción ya no se realiza en la casona de la señora María Pons y su familia, las instalaciones permanecen intactas y una parte de ellas albergan oficinas de reclutamiento de la empresa.
El vaso de mole: característica tradicional
Una de las principales características de esta marca es el vaso de cristal donde se empaca el mole. Muchos hogares mexicanos, después de disfrutar del preparado, guardan en sus alacenas estos vasos, usándolos como cualquier otro traste de la cocina.
La razón de origen del tradicional vaso de Doña María no es clara, sin embargo se ha vuelto un valor agregado de la marca.
Durante el 2018, en conmemoración del día de muertos, la compañía lanzó una edición especial del mole contenido en vasos decorados, los cuales fueron coleccionables.
Tras años de tradición, conservando la receta original y con ingredientes 100% mexicanos, el mole es producido en diferentes ciudades del país y su centro de producción se encuentra en San Luis Potosí.
En pleno siglo XXI, Doña María comercializa 10 mil toneladas de mole al año usando la receta original. Esta producción representa entre el 20 y 25 por ciento del mercado total de mole que hay en México cada año.
Actualmente el mole “Doña María” y su extensa familia de productos se venden en todo el territorio nacional. El 30% de su producción se exporta a Estados Unidos, España, Francia, Alemania y algunos otros países donde el mole está considerado como un producto delicatessen.