En el mes de la mujer, el bibliófilo Daniel Amézquita nos comparte su reseña de 6 poemarios escritos por mujeres.
- Los estómagos
Luna Miguel
Poeta española de 26 años que ha movido la escena literaria de su país y otras latitudes. Su desenfado y sinceridad puestos al servicio del arte poético han calado hondo tanto en los lectores como en la crítica especializada. Con sus cinco poemarios ya es referente de una rejuvenecida poesía.
Es periodista cultural, traductora y editora. Sus temas son el cuerpo de la mujer, la naturaleza de la maternidad, la generación de los noventa en un contexto social sobreinformado y avasallante. Leer a Luna Miguel es toparse con lo que ya sabemos, pero no podemos decir; con lo que callamos, pero queremos gritar.
La mascota soy yo. La mascota se saca de paseo a sí misma
en un acto de tranquila rebeldía. La mascota no conoce el verano.
La mascota se come a sí misma en un acto de amor. La mascota
tiene órganos y todos se encuentran entre el pecho y la vagina.
- Collected poems
Sujata Bhatt
Poetisa hindú radicada en Alemania. Es reconocida por su labor para reivindicar la participación femenina en el ambiente literario de la India. Ha sido galardonada con innumerables premios y participó en el Encuentro Internacional de Poesía de la Ciudad de México 2014.
En su obra se puede encontrar la mezcla de la antigüedad y modernidad. El erotismo, la naturaleza, la mística y la realidad violenta convergen en un lenguaje dinámico, exótico. Sus temas comprenden el posicionamiento de la mujer en el mundo, las tradiciones fantásticas que se superponen a las desgracias, el amor rodeado de un paisaje tropical y lleno de vida. Sumergirse en sus poemas es un gozo por su amplia y maravillosa gama de matices.
Te las ingeniaste para deslizarte dentro mío,
te las ingeniaste para enrollarte todo, apretadamente en mi pecho.
Quiero que te acuerdes
de las vincapervincas, los narcisos,
la glicina, los lirios, el codeso;
de las vacas que caminaban con lentitud para olfatear,
de los manubrios que torcimos mientras montábamos en bicicleta a través de tantos árboles,
de tantos cielos y hierbas.
- La belleza de mi marido
Anne Carson
Carson, procedente de Canadá, cuenta con una larga trayectoria en las letras, es ampliamente reconocida por su labor académica enfocada en los clásicos griegos. Tiene doce poemarios publicados.
Su obra es catalogada, por algunos, como compleja y abstracta, pues mezcla materiales de diversas disciplinas para expresar una visión particular. Difíciles, crudas, absurdas y terriblemente verdaderas son sus imágenes que conmueven e incomodan. Poner la mirada sobre los versos de Anne Carson es como mirarse al espejo y descubrir que el amor, la introspección, el pensamiento, la tristeza… son una multiplicación infinita, una ecuación poética de gran profundidad y belleza.
Estaba yo
En un portal y él detrás de mí sus labios en mi cuello.
Nuca.
Un agujero en el tiempo nos muestra a ti y a mí este momento,
Mellado allí donde los bordes del cambio sináptico
Se licuan en
Los muros borrosos de otros días: una -memoria flash- dicen los neurólogos.
- Casa en ruinas
Arlette Luévano
Aguascalientes posee una tradición poética por naturaleza y las mujeres tienen un importante lugar en ella. La nostalgia, la soledad, la tristeza y la condición de la mujer en la sociedad son algunos de los temas de Arlette Luévano. Leer Casa en Ruinas es como entrar a un mundo del que ya no podrás salir, sus palabras te perseguirán incluso en la soledad y solo ahí encontrarás consuelo.
Cuando regresé a esta casa,
olía aún al incendio,
el fuego que sucedió mientras no estuvimos,
la destrucción cruel, a medias,
que permitió sobrevivir a los muros
y verlos consumirse
solos
solamente.
- Diorama
Rocío Cerón
Poeta capitalina en constante búsqueda de formas, volúmenes, sonidos e intenciones. Tiene una larga trayectoria en la impartición de talleres para encontrar los recursos que expresen el arte y, por consiguiente, la humanidad. Leer a Rocío Cerón es como entrar a un laboratorio, en el cual las reacciones de las sustancias químicas producen una explosión de palabras e ideas.
Caramelos y una hormiga. Breve ataque de asma. Sedosas las patas recorren un dedo meñique. Este paisaje no es política: hueco, centro de bala o poema. Dos muros hacen un baldío entre sí. Menta, el caramelo es sabor menta. Huella.
- Un sable en la memoria
Claudia Santa-Ana
Esta mujer ha mantenido una carrera ejemplar en la gestión cultural, la cual combina con sus búsquedas poéticas. En cada uno de sus versos, construidos con exactitud milimétrica, se percibe la magnitud de posibilidades en el arte, la multiplicidad de visiones sobre un tema, la soledad, la naturaleza esplendorosa y los rostros desconocidos. Todos son momentos luminosos, que ciegan justo en el momento en que la hoja del sable traspasa el nombre de las cosas.
Alguna vez escuche arrastrar los grilletes
Con el músculo más largo que contrae
Al silencia, tensar su voz con hilvanes de plomo.
Después de sitiar
Los muelles que regresan su aliento al mundo
Su nombre fue legión de humo. Un alcatraz
Reventó su faz de luna.
En su camafeo de pétalo tibio
Labrado en relieve algún beso.