En el Congreso de la Unión se discute la iniciativa de reforma energética que pretende, entre otras cosas, recuperar la participación de mercado del 54% en la generación de la energía demandada en el país (participación de mercado que tuvo la CFE en 2018).
Al cierre de 2020 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generó aproximadamente el 38% de la energía demandada en México. Aunque tiene capacidad instalada de generación para producir un mayor porcentaje de energía, esta capacidad no es utilizada, señaló un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El motivo de no producir más energía, explicó el IMCO, es que las plantas de la CFE son comparativamente más antiguas e ineficientes y, por lo tanto, tienen mayores costos.
En caso de aprobarse la iniciativa e implementarse las políticas propuestas, la CFE se vería forzada a incurrir en costos adicionales para poder generar y suministrar la energía eléctrica demandada en el país, advirtió el IMCO.
Estos costos tendrían impactos significativos para los consumidores, afectarían el clima de inversión, así como las finanzas públicas y la economía del país.
Para analizar el potencial impacto de la reforma propuesta por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el IMCO diseñó tres escenarios a partir de datos oficiales para identificar estos costos.
En cada uno de los escenarios se calculó el costo para la CFE de generar por sí misma el diferencial de energía necesaria para cumplir con la meta de participación de 54%, además de la energía adicional que se demande en el país entre 2022 y 2028.
Escenario uno
Plantea la inversión de la construcción del parque fotovoltaico de Sonora, en la renovación de plantas hidroeléctricas y el resto de la demanda se cubre con termoeléctricas, carboeléctricas y ciclos combinados.
En este escenario la CFE genera el 54% de la energía al crear 120 megavatios (MW) adicionales para 2022; 150 MW para 2024; 150 MW para 2026 con el parque fotovoltaico y 580 para 2028.
A su vez, aumenta la capacidad de las hidroeléctricas en mil 860 gigavatios-hora (GWh) y utiliza el 100% de la capacidad instalada de las termoeléctricas y carboeléctricas.
Para alcanzar este objetivo, se estima que la CFE tendría que desembolsar 512 mil millones de pesos (mdp) a precios de 2021 durante dicho periodo. Esto es, 418 mil mdp más que si se comprara energía renovable en las subastas a largo plazo.
A este cálculo hay que sumarle el costo en términos bienestar social por una mayor emisión de gases contaminantes, derivado del despacho de plantas altamente contaminantes.
El costo para la CFE en el escenario uno se integraría por tres componentes:
- Costos de generación: 447 mil mdp
- Inversión: 70 mil mdp
- Operación y mantenimiento: 15 mil mdp
Escenario 2
Se invierte en el parque solar fotovoltaico de Sonora y en incrementar el factor de planta de las centrales hidroeléctricas de 40% al 60 %, mientras que el resto de la demanda se cubre con ciclos combinados, termoeléctricas y carboeléctricas.
La inversión en el parque solar aumentará la capacidad instalada en un GW y el incremento en el factor de planta aumentará la generación de energía en 21 mil GWh. No obstante, para que la CFE genere el 54% de la energía debe aumentar su demanda en 56 mil GWh para 2028. Es decir, restan 34 mil GWh de generación eléctrica.
Considerando las acciones de política pública y regulatorias para desincentivar la integración de renovables de privados, el escenario incrementa la generación de las centrales de ciclos combinados, termoeléctricas y carboeléctricas en ese orden a pesar de lo poco plausible de esto en términos operativos.
Para alcanzar este objetivo, se estima que la CFE tendría que desembolsar 406 mil mdp a precios del 2021 durante dicho periodo. Esto es, 312 mmdp más que si se comprara energía renovable en las subastas de largo plazo.
En tanto, los costos desglosados de aprobarse la iniciativa de reforma serían de:
- Costos de generación: 324 mil mdp
- Inversión: 73 mil mdp
- Operación y mantenimiento: nueve mil mdp
Escenario 3
Supone que la CFE compra su energía adicional en las subastas de largo plazo (donde los suministradores y grandes usuarios pueden celebrar contratos anuales de largo plazo) sin cambios a la legislación existente.
Este esquema no considera la meta del 54% de generación de energía para la CFE; no obstante, es útil para contrastar el costo de los cambios que se pretenden implementar en la industria eléctrica y las consecuencias generadas por tener una menor cantidad de recursos públicos en este sector.
De comprar la energía adicional en las subastas de largo plazo, el costo de generar la energía adicional para satisfacer la demanda entre 2022 y 2028 es de 94 mmdp a pesos del 2021.
Este escenario es conservador en la medida que los costos de generación renovable no son estáticos, sino que año con año han registrado reducciones por las mejoras tecnológicas.