Por mucho tiempo, Monterrey ha sido considerada como la capital de la industria manufacturera, un sector que representa más del 23% del PIB de esta metrópoli, que se posiciona como una de las economías más competitivas de México. Y es que la gente de Monterrey vive y respira industria, de ahí que su PIB per cápita es 80% superior a la media nacional, con un valor de $17,911 dólares (usd).
Pero esa esencia industrial no sólo está respaldada por las cifras. El sector empresarial relaciona a Monterrey con un pujante mercado productivo y desde hace 24 años la Expo Manufactura lo ha posicionado de tal manera incentivando que las grandes cabezas del sector compartan buenas prácticas y construyan todo un ecosistema de alianzas estratégicas, desarrollo empresarial y networking.
Este evento reúne a más de 350 empresas de 22 países que se dan cita en un escenario donde hacer negocios es la prioridad. Un espacio en el que se fomenta la actualización de un ramo como el manufacturero que está sujeto a los constantes cambios, nuevos procesos, productos y mercados de la dinámica industrial de todo el mundo.
La cabeza de un gran equipo
José Navarro Meneses es director general de Tarsus México, la organización encargada de coordinar este magno evento. Lleva 35 años en la industria de exposiciones y representa al capítulo latinoamericano de la UFI (por sus siglas en francés), Asociación Global de la Industria de la Exhibición.
Desde su rol como coordinador de Expo Manufactura ha podido dimensionar “la mística” de una exitosa interacción entre empresas a través de un sitio que promueve las condiciones aptas para lograrlo:
“El éxito se debe al trabajo conjunto de un equipo nacional e internacional con la capacidad para convocar a compañías de primer nivel que comparten un mismo interés: presentar tecnología para el mercado manufacturero (…) Es una suerte de trabajo a detalle que hace un equipo de intelectuales para poder construir todo un centro de negocios”, señala a Líder Empresarial.
A lo largo de su trayectoria, Navarro Meneses ha presenciado grandes cambios en la industria de las exposiciones, lo que refiere, supone nuevos retos pero también mayores facilidades para hacer de este tipo de eventos toda una experiencia integral y duradera:
“La interacción que hoy nos permiten las plataformas digitales es algo que no se veía antes. Hoy podemos saber con precisión quiénes asistirán e interactuar con ellos de manera previa y posterior. A diferencia de antes, ahora una exposición es un trabajo de todo un año, en el que nos complementamos con aliados estratégicos para que funcione muy bien”.
Por el primer cuarto de siglo
En 2021, Expo Manufactura cumplirá sus primeros 25 años, periodo en el que ha registrado un crecimiento sostenido anual por encima del 4% en cuanto a participación de compañías, lo cual ha tenido mucho que ver con el mismo dinamismo de la industria nacional, que cada año se abre a más mercados: “Los procesos de manufactura se están ampliando. Son procesos nuevos y únicos que abren puertas de negocio en otros sectores. Nosotros nos dedicamos a traerlos para que todos estén inmersos en esta evolución”.
Compañías del calibre de Renishaw, ABB, Carl Zeiss y Schunk, son sólo algunas de las grandes marcas que están presentes en el foro. También participan el Clúster Automotriz de Nuevo León, el Instituto Nacional de Autopartes y otras organizaciones que juegan un importante rol en el desarrollo industrial de México.
Para José Navarro, sacar el máximo provecho de un foro con la presencia de este tipo de organismos requiere de una estrategia bien definida por cada visitante: “Lo más importante es el contacto cara a cara. Poder transmitir e intercambiar experiencias, problemáticas y soluciones; se saca el máximo potencial del evento a través de una visión compartida, explica”.
El directivo de Tarsus, empresa número 12 a nivel mundial en organización de eventos, agrega que es fundamental que las empresas que participen en un foro como Expo Manufactura cuenten con un equipo joven de marketing: “Hay que buscar mentes disruptivas. Hoy esta disciplina tiene que ofrecer experiencias únicas. No hay que tener miedo, los millennials y centennials son indispensables para una función de este tipo”.