La salud financiera implica (entre otros aspectos) que una empresa o un particular logren la estabilidad económica.
De manera general, algunos indicadores en la administración del capital personal o corporativo se desprenden del ahorro, la vigilancia de que los egresos no superen los ingresos, así como de contar con capacidad para solventar deudas y afrontar imprevistos económicos o esfuerzos extraordinarios de financiamiento.
En este sentido, Marcelo de los Santos Anaya, socio de la firma Marcelo de los Santos y Cía, comparte los siguientes hábitos que propician una buena salud financiera.
Apalancamiento de los negocios
Recurrir al endeudamiento para operar o financiarse es una medida positiva, siempre y cuando el negocio genere recursos suficientes para cubrir el pasivo y los intereses correspondientes.
Esta práctica permite generar más ingresos, observando que el interés, como comisiones por el apalancamiento (crédito bancario o préstamo de terceros), se encuentre dentro de la capacidad del solicitante.
Equilibrio entre cuentas por cobrar y créditos otorgados
El equilibrio es posible mientras los créditos no sean mayores a las cuentas por cobrar recuperables de un negocio.
La organización estará sana y podrá hacer frente al pasivo, siempre que aumente sus ingresos y vigile que los gastos se traduzcan en utilidades suficientes para enfrentar los costos.
Seguimiento oportuno a clientes y sus pagos
Día a día, quien administra un negocio debe estar atento a la recuperación de sus cuentas por cobrar: “no vale nada vender y no cobrar”.
Medir las finanzas
Lo recomendable es definir un chequeo periódico que permita visualizar el estado financiero de una empresa; así, se podrán tomar decisiones y ofrecer soluciones para problemas actuales o futuros.
Algunas de las preguntas que pueden ayudar son: “¿Qué tal estoy de liquidez?”, “¿Soy lo suficientemente solvente?”, “¿Estoy siendo eficiente?”, “¿Cuento con la rentabilidad que necesito?”.
Aplicar razones financieras
Con base en los indicadores financieros, es recomendable determinar la situación financiera actual con respecto a dos periodos históricos diferentes. Esto permitirá tomar decisiones, cuantificar los cambios o realizar proyecciones.
Utilizar instrumentos de ahorro
Un ahorro sin propósito es como una carrera sin meta. Antes de asignar ingresos al gasto, hay que pensar en el objetivo.
El indicador Ganancia Anual Total (GAT) permite al usuario hacer comparaciones del rendimiento en cuanto a la tasa de interés o cualquier costo para obtener los rendimientos deseados.
Para Santos Anaya, los instrumentos más frecuentes de ahorro son:
- CETES
- Fondos de inversión
- Acciones en bolsa
- Fibra (Fideicomisos de inversión en bienes raíces)
- Criptomonedas
Generar ingresos extra
Cuando los ingresos son mayores a los gastos, el balance presupuestal es positivo. Es recomendable aprovechar cuando se tenga liquidez para destinar efectivo al ahorro o invertirlo en algo que genere ingresos adicionales.
Marcelo añade que invertir en bienes raíces en zonas de alta plusvalía es una excelente opción para obtener un rendimiento atractivo.