Más de veinte años trabajando para una misma empresa -y arriba de treinta colaborando directa e indirectamente con ésta- no podrían explicarse sin un factor esencial: el sentido de pertenencia…
Óscar de la Parra Escandón, vicepresidente de Operaciones en Flex Aguascalientes, ha atestiguado una cultura de conocimiento piramidal en la que los grandes cargos directivos siempre han empujado el desarrollo de los jóvenes talentos para que un día sean ellos quienes ocupen su lugar.
De ahí que el ahora líder de una de las compañías más grandes de Aguascalientes -con más de 4 mil 500 colaboradores en su haber- predica una filosofía que le enseñaron desde sus inicios en la firma: la capacidad para aprender y adaptarse a la transformación.
Este ha sido el pilar detrás de la formación de equipos exitosos en la firma tecnológica que dirige, la cual este año continúa su proceso de expansión con una nueva planta que, se estima, operará al cien por ciento en 2022 con la generación de más de 2 mil nuevos empleos.
Con ese amplio trayecto recorrido en la empresa de sus amores, Óscar de la Parra considera complejo referir un momento en específico como su mayor satisfacción dentro de la organización. No obstante, refiere que la calidad humana de quienes laboran en Flex es realmente el resultado del que más se siente orgulloso de archivar:
“Estoy especialmente satisfecho por la cultura que hemos creado aquí de querer hacer las cosas bien, querer seguir mejorando y querer seguir transformando la organización. Para mí la mejor empresa es aquella en la que me gusta levantarme todas las mañanas para ir a trabajar y me siento orgulloso de los compañeros que tengo. Eso ha sido Flex en mi vida”, refiere a Líder Empresarial.
Haciendo una retrospectiva y siendo ahora él a quien le toca replicar el conocimiento que grandes mentores le transmitieron, destaca como su mayor aprendizaje la oportunidad de haber trabajado en diferentes puestos antes de ser vicepresidente de Operaciones.
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Esto, subraya, le permitió obtener una visión más amplia sobre la operación y ser así más empático con sus colaboradores: “me ayuda a ponerme en los zapatos del otro y con eso buscar una solución en equipo”, señala.
El directivo recuerda que desde que llegó a la compañía se fijó la meta de escalar hasta “la oficina de la esquina”, refiriéndose a la Dirección. Sin embargo, reconoce que lograrlo requirió de varios “ingredientes” que construyeron su fórmula para dirigir, lo que distingue, no es la única para cumplir un sueño, pero sí la que a él le funcionó:
“Sobre todo la clave ha sido tener una visión a largo plazo y fijarse metas. A mis jefes les platicaba lo que quería lograr y les preguntaba qué me faltaba para lograrlo. Esas pláticas fueron muy valiosas para mí y me han ayudado a ir moldeando mi carrera y mi camino, enfrentando los retos que la vida ponga frente a mí con el respaldo de grandes personas”, comenta.
Difícilmente Óscar de la Parra se vería en un corto o incluso mediano plazo concluyendo su carrera en Flex. No obstante, como todo ciclo llega en algún momento a su fin, el directivo tiene claro cómo quisiera ser recordado: sin que se note su ausencia.
“Habré hecho bien mi trabajo si cuando yo me vaya no se note que no estoy, porque quiere decir que el equipo estaba listo para tomar los retos que seguían, y yo estoy seguro que sí, tengo mucha confianza en el equipo”, concluye.
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