“No sería auténtica, y faltaría a una norma elemental de gratitud, si no expresara aquí el orgullo que siento porque he caminado al lado de mi esposo por tantos años. Todos sus esfuerzos físicos, intelectuales y afectivos en mi interior se encuentran; ellos forman el contenido espiritual que me une a él como pareja, como familia y como breve componente de su existencia.”
“Confío en que el trabajo del DIF haya contribuido al engrandecimiento de su obra: una obra valedera, digna, hecha más allá de las responsabilidades oficiales, pródiga en obras materiales, pero jamás ausente del sentido humano”.
Estas fueron las emotivas palabras que pronunció la señora Miriam Cruz Valdez de Barberena, ante una multitud reunida en el Teatro de la Alameda, en 1992, a propósito del último informe de labores de su esposo, el entonces gobernador del estado Miguel Ángel Barberena Vega (quien falleció siete años después).
Miryta, nombrada así con cariño por sus familiares, amigos y en general por todos los aguascalentenses, llegó a la entidad de la mano del vicealmirante de la Armada de México, luego de que este fuera designado candidato a gobernador en 1986. Pero quien fuera también presidenta del DIF Estatal es una mujer que ha brillado con su propia luz y construido su propio legado. Es, cómo dijera el historiador Jesús Gómez Serrano, una personalidad por sí misma.
Nació en el puerto de Veracruz el 28 de noviembre de 1937. Fue la mayor de cuatro hermanos, “los Mirytos”, y realizó sus estudios de nivel básico en las escuelas típicas de la época en su estado natal. Mientras cursaba la preparatoria conoció a Miguel Ángel Barberena, entonces cadete de la Heroica Escuela Naval Militar, con quien contrajo nupcias a mediados de los cincuenta. Juntos procrearon seis hijos: Miguel Ángel, Marco Antonio (†), Mario Alberto (†), Manuel Alejandro (†), Martín Andrés y Marina Yolanda (de los cuales sobreviven tres).
Precisamente, las pérdidas que ha sufrido doña Miryta le han dado gran fortaleza de espíritu. “Nada de lo humano te es ajeno (…) He oído que te describen como santa, como heroína (…) Para mí, eres la roca, el pilar que ha mantenido unida a una familia bastante especial”, llegó a expresar uno de sus hijos en ocasión de uno de sus cumpleaños.
En la educación ha encontrado la manera de contribuir al engrandecimiento de la sociedad. En 1978, fundó el Instituto Femenino de Arte y Cultura (IFAC) en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, mientras que de 1980 a 1988 fue directora del Instituto Satélite, ahora Copán.
En su gestión al frente del DIF Estatal, la pedagoga (quien estudió en la Universidad del Nuevo Mundo) desempeñó una labor destacada en pro de los sectores más vulnerables y contribuyó con el desarrollo del Parque Héroes Mexicanos, hoy Rodolfo Landeros.
Desde 1992 funge como presidenta honoraria de la Fundación Miguel Ángel Barberena Vega, A.C., instituida en noviembre de 1990 con la creación del Centro Ecológico “Los Cuartos”, en Jesús María. Este fue el primer centro de educación y cultura ambiental fundado en el estado (así como también uno de los primeros del país) y ha sido reconocido con diversos premios como el Nacional Forestal en 1996; el Estatal al Mérito Ecológico en 2000; mención honorífica del Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria en 2012. Además, está acreditado como Centro de Educación y Cultura Ambiental con Calidad por la SEMARNAT, entre otros. Su hijo, Martín Barberena Cruz, continúa a su lado esta labor.
“Quedan aquí, en el corazón de nosotros y en el corazón del Centro Ecológico, en las piedras y en los árboles, las escenas de todo lo que aquí hemos realizado durante tantos y tantos años. Gracias por su presencia. Gracias, niños, los tengo en mi corazón, en mi vida. Deseo para todos ustedes la felicidad más grande del mundo”, manifestó Mirita en la clausura del XXI Congreso Infantil sobre Medio Ambiente, el 5 de junio de 2020 -evento insignia del centro que hace unos días llegó a su XXII edición-.