A tan sólo 11 kilómetros de la capital, se encuentra el segundo municipio más poblado de Aguascalientes. Jesús María es una de las ciudades más importantes del estado pues, además de encontrarse en una relevante zona agrícola, cuenta con la Feria de los Chicahuales, tradición que forma parte de la entidad.
En julio de 1699, un cacique indígena solicitó al capitán José Rincón Gallardo la sesión de terrenos para fundar un pueblo en el que se asentarían diversos grupos indígenas sin hogar.
Para finales de 1700 (23 de diciembre, para ser más específicos), el doctor Alonso Ceballos Villagutiérrez y Francisco Domínguez de Riezo, funcionarios de la Real Audiencia de Nueva Galicia, otorgaron a los indígenas el siguiente permiso de posesión:
“En nombre de su majestad y sin perjuicio de su gran derecho, doy y concedo a los dichos, Juan Rodríguez, Domingo de Luna, Miguel Juárez y demás consortes ranchados en el puesto de Charco Azul, permiso para que en dicho sitio del Mesquite o Xonacatique puedan fundar el referido pueblo que pretenden, para cuyo efecto mando que alcalde mayor de la Villa de Aguascalientes pase personalmente a dicho sitio y haga formar la planta de la iglesia y casa de Reales en la plaza principal de dicho pueblo”.
Con las tierras otorgadas, al siguiente año acudió al lugar el alcalde mayor de la Villa de Aguascalientes quien, en Jonocatique, efectuó la fundación del poblado que hoy conocemos como Jesús María.
Mueblería, la oportunidad de ser libres
Para los habitantes de Jesús María, ser chicahual representa fuerza y autoridad, aptitudes que los hacen ser libres, según narra José Luis Alvarado, canterero del municipio.
“El mueble nace a través de la necesidad. Una persona quería hacer algo diferente. Así somos, no nos gusta seguir órdenes, no nos gusta tener un horario de trabajo y la mueblería nos dio la oportunidad de ser libres”, cuenta José Luis.
En México, la industria del mueble genera el 2 por ciento del empleo manufacturero y, en promedio, ocupa a más de 92,000 personas. En el caso de Aguascalientes, da empleo a 2,177 trabajadores, lo cual representa 2.36 por ciento del personal.
En el estado, se genera el 3.5 por ciento del valor total de la producción mueblera nacional. En Aguascalientes, hay 227 unidades económicas relacionadas con la industria del mueble registradas en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del INEGI, de las cuales 73 están dadas de alta en Jesús María.
El sector mueblero se ha convertido, desde su incorporación a la economía del municipio (en la década de los 70), en un emblemático símbolo de identidad por el cuidado que se tiene en la fabricación de los productos. Los materiales utilizados contemplan maderas finas como la caoba, el roble y el pino; además de que el diseño y estilo evocan el refinamiento europeo y colonial, razones por las cuales este ramo se volvió uno de los baluartes que confieren prestigio a Jesús María. Por eso, no es raro que haya 150 empresas (según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de Jesús María) que dan empleo a artesanos, escultores, pintores, detalladores y ebanistas.
La también llamada Tierra de los Chicahuales es un importante polo empresarial de la entidad: en su territorio están situadas el 7.3 por ciento de las unidades económicas (4,256) del estado, de acuerdo con el DENUE 2016; y a pesar de contar con menos del 10 por ciento del total de los negocios en Aguascalientes, los domiciliados en esta localidad emplean al 11.6 por ciento de los trabajadores y generan el 10.78 por ciento de la producción total de la entidad.
Numerosas e importantes empresas han puesto la mirada en el crecimiento local. Tan solo en el Parque Industrial Chichimeco, se ubican compañías maquiladoras del ramo textil con calidad de exportación.
Asimismo, fabricantes que forman parte de la cadena de suministro de la industria automotriz han encontrado en este municipio, la oportunidad de fortalecer a este sector estratégico al proveer componentes y autopartes.
Un municipio que apoya a emprendedores
Con el fin de impulsar al sector económico, el gobierno de Jesús María signó un convenio con Nacional Financiera (Nafin) para la impartición de 25 cursos de capacitación, los cuales están enfocados a favorecer el crecimiento de empresarios y emprendedores. Algunos tienen que ver con planes de negocio, ventas, investigación de mercados, régimen de incorporación fiscal, entre otros temas.
Además, el Sistema de Financiamiento de Aguascalientes (SIFIA) facultó a la Secretaría de Desarrollo Económico de este municipio para que contara con la Ventanilla Única. Ésta permite la tramitación de financiamientos desde 5,000 hasta 5 millones de pesos, lo cual se suma a la promoción del empleo, becas de capacitación y fomento al autoempleo que ha puesto en marcha la administración municipal.
Un pueblo no mágico que hay que visitar
Pese a que Jesús María no es considerado parte de los Pueblos Mágicos de México, su lucha ha sido incansable para destacar dentro del estado, convirtiéndose en el segundo municipio más importante de Aguascalientes. Pero no todo está dedicado a su desempeño económico y poco a poco ha ido haciendo notar sus principales fuertes turísticos.
La localidad tiene 68 elementos históricos distribuidos entre casas, iglesias, haciendas y monumentos históricos culturales, que es necesario preservar.
A mediados del siglo pasado, como iniciativa de Don Nazario Ortiz Garza, diversas haciendas adoptaron el cultivo de la vid como su principal actividad, creando productos de alta calidad para el mercado nacional y de exportación. Actualmente, algunas haciendas pueden ser visitadas por turistas para conocer más sobre el proceso de producción del vino y participar en catas.
Una de las haciendas más visitadas es la de Los Cuartos. Este importante centro ecológico pertenece a la Fundación Miguel Ángel Barberena Vega, A.C., que desde hace 27 años está dedicada a la educación ambiental.
Entre sus actividades cuenta con el Programa Integral de Educación Ambiental (PIEA), mediante el cual, en convenio con el Instituto de Educación de Aguascalientes, ofrece campamentos y visitas guiadas a alumnos de educación básica con el fin de reforzar sus conocimientos sobre el medio ambiente.
Gracias al esfuerzo de este centro, se han atendido a más de 200,000 niños y niñas de coordinaciones como Centro, Pocitos, Norte, Jesús Terán, Ojocaliente, Morelos, Oriente, Sur, Insurgentes, Asientos, Calvillo, Cosío, El Llano, Jesús María, Pabellón de Arteaga, Rincón de Romos, San Francisco de los Romo, San José de Gracia y Tepezalá.
Feria de los Chicahuales
Este evento que ocurre cada julio se lleva a cabo dentro del marco de la celebración del Santo Santiago. En esta fiesta, se realiza la tradicional danza de los chicahuales, palabra de origen náhuatl que significa ‘fuerte y determinado’.
Para poder hablar sobre esta tradición, es importante aclarar que el término no se refiere a un baile típico de la región, sino a una representación teatral de los mitos y ritos alrededor del apóstol Santiago.
Este personaje fue considerado, en el siglo XI, como un valiente caballero ‘matamoros’, a raíz de la imaginación popular que aseguraba que él ayudó a ganar las batallas contra los moros. Según los relatos populares, al morir sus restos fueron embarcados por sus discípulos para luego ser olvidados. Es hasta los primeros años del siglo IX, de acuerdo a los creyentes, que una luz sobrenatural indicó a un eremita el sitio en el cual yacían los restos del apóstol.
El lugar del cementerio donde se encontraba Santiago pasó a conocerse en los libros medievales como “campus stellae” (campo de la estrella). Para comienzos del siglo XI, el obispo Teodoro reconoció que los restos y reliquias que habían sido encontrados pertenecían al apóstol, por lo cual se le hizo una pequeña basílica. Con el tiempo, el recinto religioso fue creciendo, al igual que el culto a este santo.
Así, cada 25 de julio, diversas regiones del mundo celebran a Santo Santiago, el valiente y determinado caballero que peleó contra los moros.
Estos mitos fueron usados por los españoles para la evangelización y dominio, ya que infundían en los indígenas el suficiente temor, debido al poderío de lo sobrenatural representado por este personaje, quien encabezaba el bando de los cristianos.
En Jesús María, se hace una representación de las batallas entre moros y cristianos por la reconquista de España, la cual se caracteriza por la presencia de dos bandos que son imagen del bien y el mal.
Durante la celebración, los habitantes se disfrazan para hacer alusión a dichos grupos. Aquellos que interpretan a los cristianos visten de manta y usan máscaras de cartón, así como sombreros con listones de colores; por su parte, quienes dan vida a los moros habitualmente son personas mayores que usan trajes de satín, una máscara de color negro y montan a caballo.
Actualmente, el festejo es uno de los más reconocidos en el estado e incluso es visitado por turistas extranjeros que quieren conocer más acerca de la historia del municipio.
Orquesta Sinfónica de Jesús María
Para la comunidad de valientes, enfrentar las problemáticas sociales es una tarea ardua, pues existen zonas aledañas a lo más desarrollado de Jesús María que, por su apartamiento, se pierden del foco de atención.
Afortunadamente, desde hace casi tres años, gracias a un apoyo otorgado por CONACULTA, se implementó un proyecto de educación musical que le haría frente a los obstáculos sociales: la Orquesta Sinfónica de Jesús María, con la que niños de entre seis y 17 años tienen la oportunidad de alejarse de la violencia, drogas y mejorar en sus estudios.
Para que el proyecto naciera se pidió recurso federal, mismo que al ser otorgado sirvió para la compra de los instrumentos.
“Toda actividad artística desarrolla una de las inteligencias que existen y les da un conocimiento y lenguaje diferentes para distraerse por las tardes. […] Hay testimonios de niños que han mejorado mucho en su nivel escolar y tienen un mejor comportamiento. Hubo casos especiales de niños que tenían problemas para socializar e incluso casos de drogadicción y violencia”, comenta el maestro Julio Valls, director de la orquesta.
Aunque el proyecto ha dado resultados positivos, la escasez de recursos económicos es un problema para el colectivo pues, señala Valls, los instrumentos requieren de un constante mantenimiento que hay que pagar. Además, por falta de transporte, resulta complicado para los niños y jóvenes trasladarse al lugar de sus presentaciones.
Pese a las adversidades, el director musical se muestra orgulloso y optimista con el proyecto, ya que se está dando, según él, una buena cara del municipio e incluso se optó por extender la mano a otras comunidades.
“Inicialmente, los niños eran de la cabecera municipal. Había tanta demanda que no se pensó en ampliarse más; pero conforme se fue implementando el proyecto, se empezaron a hacer giras de captación por el resto de las delegaciones. […] Incluso hubo un caso de niños de Cañada Honda que estaban tan interesados que se organizaron para que en una camioneta todos se transportaran y pudieran asistir”.
Hoy, la Orquesta Sinfónica de Jesús María cuenta en sus filas con 140 alumnos inscritos que han tenido la oportunidad de presentarse en importantes eventos, como la Feria de los Chicahuales y el primer informe de la pasada administración.