En esta época, todas las empresas están en el proceso de revisión de sus costos de operación. Varios son los factores que han cambiado en este tiempo y todos deben ser analizados cuidadosamente.
Para empezar, los negocios necesitan revisar la nueva ley fiscal y, por ende, saber cuánto les queda realmente después de cubrir sus obligaciones fiscales y pagar a despachos especializados por su apoyo en el cumplimiento de esta nueva serie de responsabilidades dispuesta en los tres niveles de gobierno. Aunado a esto, deben considerar los intentos de multas o las multas en sí, de las cuales no están exentos y más porque en ocasiones son aplicadas sin razón. Ya son tantas las disposiciones a cumplir en el ámbito empresarial que alguna puede no tenerse registrada o prevista.
Otro concepto importante son los créditos otorgados al cliente. Alargar los plazos de pago (algunas veces por la situación económica actual; otras por seguir a la competencia) es una situación que debe evaluarse porque es un costo gravoso para la compañía.
También a considerarse están los aumentos en el precio de los seguros (de transporte, de mercancías…) y del combustible, este último porque influye negativamente en el valor del transporte de mercancías.
¡Y qué decir de las prestaciones sociales! La mayoría de ellas han sido retabuladas y el hecho de que no sean deducibles afecta la economía empresarial, algo muy similar a lo que sucede con las inversiones frescas.
El departamento legal es otro elemento que ha tomado relevancia en los costes de operación; así como la seguridad, rubro que se ha vuelto oneroso, pero cada vez más indispensable tener cubierto.
Todo esto se debe considerar; sin embargo, lo más importante es que la competencia ha obligado a reducir los márgenes de utilidad cuando los costos crecen de forma relevante.
Las empresas deben tener en cuenta estos agentes y algunos otros, pues descuidarlos tendrá un precio en el futuro, el cual podría costarles la vida.