Tras la conclusión del proceso de legitimación del Contrato Colectivo (CCT) en la planta de GM Silao, donde los trabajadores decidieron no continuar con este; y la posibilidad de que pueda replicarse en el Complejo ubicado en San Luis Potosí, se marca un parteaguas para las empresas y el sindicalismo en México.
Sobre este tema, el licenciado José Mario de la Garza Mendizábal, del Bufete de abogados de la Garza, comparte para Líder Empresarial lo nuevo que se viene para las empresas y la relación entre la clase trabajadora y sus sindicatos.
Con anterioridad, de la Garza explica que la función de los sindicatos obedecía a un control político sobre la clase trabajadora y no fungían como representantes de los trabajadores frente al patrón, situación que cambió con la reforma laboral:
«Ahora mismo, los colaboradores en cualquier región del país o del estado pueden exigir la rendición de cuentas, pedir que realmente se les represente y vean en beneficio de sus intereses», comenta.
Por otro lado, refiere que si bien en San Luis Potosí se han llevado alrededor de 50 procesos de legitimación y se ha logrado construir un clima de paz laboral, esto no impide que los trabajadores se cuestionen y se organicen para elegir una mejor opción con mayores beneficios que los representanten.
Explica que actualmente, las empresas que han logrado llevar a cabo con éxito este procedimiento son medianas de no más de 500 colaboradores, el reto apunta será llevarlo a cabo en grandes transnacionales que requieren de un mayor cuidado en las votaciones.
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Por su parte, este hecho también permitirá la construcción de una cultura democrática entre este sector, pues la clase obrera no estaba acostumbrada a este tipo de procesos democráticos dentro de las empresas, por lo cual se tendrá a trabajadores más exigentes.
El papel de las empresas
Cabe recalcar, hay una serie de estipulaciones que marca la Ley donde se tiene prohibida la intervención del patrón en los procesos que se llevan a cabo entre sindicatos y trabajadores. Por lo cual la principal recomendación es que la empresa se mantenga siempre al margen.
No obstante, esta puede realizar el asesoramiento sobre la importancia de elegir la opción que más les favorezca, así como una introducción hacia lo que es el proceso y lo que este implica.
Aunado a ello, puede sumarse en facilitar los espacios en donde pueda llevarse a cabo la votación, así como permitirle a sus colaboradores el receso para que estos puedan acudir a las urnas.
De igual manera, sea cual sea la decisión que resulte en estas votaciones, la empresa estará obligada a respetarla y reconocerla sin repercusiones.
La STPS como agente regulador
De la Garza aprovechó para puntualizar que, si bien la Secretaría de Trabajo y Previsión Social interviene en este proceso, su papel es el de ser un agente regulador.
En ese sentido, por ser una entidad a nivel federal, procurará que antes, durante y después del acto democrático este se lleve bajo lo estipulado ante la Ley.
«Asimismo podrá mandar inspectores y apoyarse por notarios públicos para dar fe y legalidad a la logística en la fecha y horarios estipulados por esta», finaliza.