Por Heriberto Béjar, director de Enseñanza Artística y Casas de Cultura Municipales en el Instituto Cultural de Aguascalientes
De una manera no sólo histórica sino también notable, Aguascalientes posee una especial trascendencia en materia de docencia artística. No sólo por haber acuñado el concepto de Casa de Cultura, sino también por haber instaurado el primer gran proyecto de descentralización cultural, gracias al Maestro Víctor Sandoval, quien plantea la base fundamental de la educación artística inicial en nuestro país a través de una estrategia sistematizada de impacto popular. A ese legado corresponde la imperiosa necesidad de reflexionar, modernizar y potenciar su naturaleza en este nuevo milenio.
Es ahora, cuando a partir de un enfoque preponderantemente colectivo, se constituye un concepto moderno de enseñanza artística a partir de valores como la libertad, la democratización de los espacios, la expansión de la oferta cultural, la capacidad de crear comunidad, la constante revisión de cánones docentes y la capacitación constante de nuestros formadores.
Así, en el ICA, actuamos bajo la premisa de que la cultura no únicamente acrecienta la posibilidad de que cada persona edifique su propio futuro, sino que resignificamos su misión a partir de abonar en la capacidad de entender y transformar la realidad colectiva.
De este modo, privilegiamos el quehacer de la enseñanza artística edificando una columna de construcción de paz y convivencia. Los nuevos escenarios nos empujan a situar la educación artística como un eje fundamental de la formación de ciudadanía y, frente al colapso de modelos educativos fragmentados, son necesarios nuevos procesos y discursos que restablezcan el tejido social desde el entendimiento humano y las habilidades creativas.
Resultado de ello, es que en tan solo el primer año de la actual dirección del Instituto Cultural de Aguascalientes, se incrementó un 15% la matrícula total de la enseñanza artística en todo el Estado; en sus municipios se amplió la oferta de talleres con disciplinas como el canto coral y, por fin, el ejercicio de las técnicas de grabado. Las cabeceras municipales, además, fueron reforzadas con la apertura de casi el doble Extensiones Comunitarias, donde poblaciones aledañas se benefician directamente en sus propios espacios con la impartición de enseñanza artística.
Especial acento merecen las Escuelas de Iniciación Artísticas asociadas con el INBAL, cuyo modelo había alcanzado apenas dos sedes que se desarrollaban con mínimos esfuerzos y limitados alcances. En el arranque del próximo año, serán un total de nueve escuelas, siendo el Estado que tendrá el mayor número de éstas en el país y donde sólo una se encuentra en ciudad capital y el resto en comunidades no urbanas.
Para el ICA resulta preponderante canalizar sus esfuerzos hacia la consolidación de acciones que impulsen programas permanentes de desarrollo cultural comunitario, multiplicando las experiencias educativas basadas en la observación, reflexión, diálogo y procesos de formación artística, en términos mucho más amplios y poderosos, con los cuales crear comunidad.
