Guanajuato, cuna de la Independencia de México, fue testigo de una serie de eventos cruciales que marcaron el devenir de la lucha por la libertad. A lo largo de este estado, se gestaron movimientos fundamentales que contribuyeron al éxito del proceso independentista.
El Grito de Dolores
En la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla emitió el famoso «Grito de Dolores» en el ahora Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo, Cuna Nacional de la Independencia.
Este llamado a la insurrección marcó el inicio formal de la lucha por la independencia de México y resonó en todo el territorio nacional. La chispa de la revolución se encendió en Guanajuato.
La Toma de la Alhóndiga de Granaditas
El 28 de septiembre de 1810, el líder insurgente, Ignacio Allende, junto con un grupo de rebeldes, logró tomar por asalto la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato capital. Este evento significó una victoria clave para los insurgentes, ya que se apoderaron de un importante depósito de suministros y desarmaron a las fuerzas realistas que allí se resguardaban.
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La Batalla del Monte de las Cruces
El 30 de octubre de 1810, las tropas insurgentes, comandadas por Miguel Hidalgo y Allende, se enfrentaron a las fuerzas realistas en el Monte de las Cruces, en el actual Estado de México.
Aunque no resultó en una victoria definitiva, esta batalla consolidó la determinación de los insurgentes y demostró su capacidad para enfrentarse a las fuerzas del virreinato.
La Toma de Guanajuato
El 28 de septiembre de 1810, después de un asedio de tres días, las fuerzas insurgentes lograron penetrar en la ciudad de Guanajuato. La toma de la Alhóndiga de Granaditas allanó el camino para este acontecimiento, permitiendo a los rebeldes tomar control de la ciudad y expandir su influencia en la región.
Estos sucesos históricos en Guanajuato durante la independencia de México evidencian el papel crucial que desempeñó este estado en la gestación y desarrollo del movimiento independentista.