Para la economía mundial y la de México el 2022 arranca en condiciones más débiles de lo esperado. En un panorama general, la mayoría de los países entró en una pronunciada desaceleración económica en medio de nuevas amenazas por el COVID-19, aumento en la inflación, desigualdad de ingresos, encarecimiento de la energía y cuellos de botella en las cadenas de suministro.
¿Continuará la tendencia para el resto del 2022? Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) la estabilidad dependerá si desciende la mala situación sanitaria a niveles bajos en la mayoría de los países para fines de 2022, suponiendo que las tasas de inmunización mejorarán a escala internacional y que aparecerán terapias más eficaces.
En el otro extremo, la aparición de nuevas variantes del virus causante del COVID-19 podría prolongar la pandemia y volver a plantear problemas económicos.
Mientras que la proyección de organismo internacionales como el Banco Mundial indican que el crecimiento mundial se desacelera notablemente: del 5.5 % en 2021 al 4.1 % en 2022 y al 3.2 % en 2023 a medida que la demanda reprimida se disipe y disminuya el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo.
¿Qué esperar de la economía de México y Latinoamérica en 2022? En este artículo te presentamos las perspectivas de diferentes organismos internacionales sobre los riesgos y oportunidades a considerar en este 2022.
“Hay riesgo de un aterrizaje brusco”: Banco Mundial
La perspectiva del Banco Mundial es que la rápida propagación de la variante ómicron continuará afectando la actividad económica en el corto plazo.
A su vez, la marcada desaceleración de las principales economías como Estados Unidos y China pesará sobre la demanda externa en las economías emergentes y en desarrollo. Para variar, en un momento en que los gobiernos de muchos países en desarrollo carecen de espacio macroeconómico para apoyar la actividad económica, sumada a los problemas que ocasionó la pandemia, podrían aumentar el riesgo de un aterrizaje brusco.
En las economías emergentes y en desarrollo se espera que el crecimiento descienda del 6.3 % en 2021 al 4.6 % en 2022 y al 4.4 % en 2023. Para el año en curso, las economías avanzadas habrán logrado recuperar por completo su producción; no obstante, en las emergentes y en desarrollo se mantendría en un 4 % por debajo de la tendencia anterior a la pandemia.
El crecimiento dependerá de la demanda agregada: CEPAL
El documento “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2021” que publicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta un crecimiento del 2.1% en 2022 para la región; 1.4% en América del Sur; 3.3% en Centroamérica y México y del 6.1 % en el Caribe.
Las revisiones a la baja en el crecimiento para naciones como México son en gran medida por las afectaciones que persisten en las cadenas de suministros, pues limitan la producción manufacturera en los centros de fabricación que operan en el país, indicó el organismo internacional.
Desde el punto de vista de la composición de la demanda agregada (exportaciones de bienes y servicios), una recuperación regional descansaría principalmente sobre el componente interno, dado que se prevé que el aporte del sector externo al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no sea significativo.
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