La vacuna contra el coronavirus parece acercarse cada vez más a una realidad. Una de las candidatas en las que más se han puesto esperanzas es la desarrollada por China, la cual ha sido patentada para próximamente poderla producir en masa. Según se indica, la producción se hará en un breve periodo de tiempo.
Los responsables del desarrollo de dicha vacuna son el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics. El proyecto ya se encuentra en la tercera fase y, según indicó la compañía, la patente es garantía de la eficacia de la vacuna y de la seguridad de la misma.
Países como Rusia, Brasil, Chile y Arabia Saudí serán sede de las últimas pruebas que se realizarán para asegurar la calidad y la eficacia de la misma. La vacuna fue usada inicialmente en junio en el ejército chino, luego de que un equipo de investigación descubriera un anticuerpo monoclonal neutralizante que resultó altamente efectivo.
Las pruebas que se han realizado se han sometido a examen y posteriormente fueron publicadas en una revista científica, The Lancet, a finales de julio. Las esperanzas que arroja sobre la efectividad se ven principalmente en las pruebas que han realizado desde mayo.
Según el artículo publicado, en mayo se hicieron pruebas en 508 pacientes y la respuesta inmune fue altamente positiva. Por el momento la tercera fase se encuentra aún en pie, contando con miles de voluntarios para someterse a prueba.
¿Cómo funciona?
Hasta el momento la OMS contabiliza un total de 129 vacunas en desarrollo contra el Covid-19, de las cuales, seis ya se encuentran en los últimos ensayos clínicos para ser valoradas y producidas para su distribución. Entre esas seis, la vacuna que ha patentado China se muestra como la más esperanzadora.
Se trata de una vacuna que usa un adenovirus del resfriado común, para introducir en las células humanas la información genética del nuevo virus. Esta vacuna fabrica sólo algunas de sus proteínas virales para así generar una respuesta inmunológica, con la cual no se tiene riesgo ante la enfermedad.
Gracias al uso del adenovirus que encapsula el ADN similar es posible que se lleve a cabo. El tipo de vacunas en las que se utilizan cultivos de células humanas suelen tardar diez años en ser desarrolladas. Debido a las circunstancias actuales, las vacunas han registrado tiempos récords de desarrollo.