María Angélica Martínez Díaz considera que la educación repercute en todos los ámbitos, por lo que, como rectora de la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes (UTNA), tiene el orgullo de contribuir a que la sociedad cuente con profesionistas que aporten al crecimiento y desarrollo del estado, la región y el país.
“Mi pretensión es que el paso de los jóvenes por la universidad no sea nada más un periodo de instrucción, sino que sean años de formación, porque no es lo mismo; pretendemos que sean buenos ciudadanos y personas que aporten”, señala.
Desde hace cuatro años dirige el plantel ubicado en Rincón de Romos, mismo que atiende entre 2,500 y 3,000 estudiantes, dependiendo del cuatrimestre que se trate, a través de 27 carreras, de las cuales el 75% están acreditadas.
Es egresada de la primera generación de la licenciatura en Asesoría Psicopedagógica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) y tiene maestría en Educación Familiar por la Universidad Panamericana (UP). Durante 36 años laboró en su alma máter, tiempo en el que fungió como maestra de tiempo completo, fue jefa de departamento en tres ocasiones y decana del Centro de Educación Media Superior.
Jubilarse de la UAA le permitió dedicarse por completo al reto que hoy sigue enfrentando, pues desde su perspectiva cada día es una oportunidad de trabajar con mucho ímpetu por los alumnos, sobre todo en tiempos tan complicados como los que estamos enfrentando a raíz de la pandemia; especialmente al pasar de impartir las clases totalmente a distancia, al modelo híbrido que permite la asistencia de grupos pequeños, específicamente para efectuar prácticas.
“Desde el primer momento me enamoré de la universidad. Físicamente es muy bonita y trabajar ahí es muy agradable. Sabía que era un gran reto y una gran responsabilidad, lo acepté, y lo sigo aceptando cada día”, remarca.
La UTNA ha obtenido varios logros, uno de ellos es formar parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), además de ser la única universidad del país que ofrece la carrera de Vitivinicultura (en diciembre pasado egresó la primera generación y todos los alumnos estaban en el Modelo Dual), y que cuenta con viñedo y vinícola, por lo que contribuyen al resurgimiento de esta actividad en el estado, apoyando -adicionalmente- a los pequeños y medianos productores de la zona.
Asimismo, varios de los estudiantes están en programas de movilidad nacional e internacional, dando pasos firmes para erigirse como una universidad líder en la región, puesto que también cuentan con alumnos de estados vecinos como Zacatecas; de ahí que sea constante el análisis que realizan sobre la pertinencia de los programas educativos que ofrecen.
“Siempre he creído que tener un puesto no es cuestión de que seas hombre o mujer. Creo que debes tener pasión y entregarte a lo que estás haciendo. También es un orgullo poder sobresalir como mujer y decir que sí se puede, que dan oportunidades, que confían en ti y sobre todo sí se puede dar resultados”, destaca.