En México sólo 4 de cada 10 mujeres participan en la economía. La tasa de participación económica femenina en el país es de 43.6%, la cual está debajo de la tasa mundial (48.5%), y de economías similares como la de Colombia (50.3%) y Brasil (49.5%). Durante los últimos 17 años, la tasa en México ha oscilado entre el 40 y el 45 por ciento.
A esto, debe sumarse que las mujeres han optado, en los últimos años, por emprender, a falta de empleos más flexibles. Esto se debe principalmente a que las mujeres siguen ocupándose mayoritariamente de las actividades domésticas y la crianza, lo que impide un desenvolvimiento adecuado en sus trayectorias profesionales.
Según apunta el IMCO, ocho de cada 10 mujeres emprendedoras operan en la informalidad. Dentro del sector formal, las emprendedoras obtienen ingresos mensuales promedio 2.5 veces mayores que las que tienen un negocio informal:
- Informal: 9 mil 535 pesos
- Formal: 3 mil 707 pesos
La informalidad, en este aspecto, las frena de obtener beneficios como opciones de financiamiento y acercamiento a otros mercados. A nivel nacional, esta tendencia a la informalidad afecta directamente a la competitividad, ya que se relaciona con menos productividad, menores salarios y menores oportunidades de crecimiento.
Factores que limitan a las mujeres emprendedoras
En México hay un total de 4 millones 600 mil mujeres emprendedoras. La mayoría se encuentran entre los 25 y 44 años de edad. La mayoría suelen estar casadas y tener uno o dos hijos. El grado máximo de estudios promedio es la secundaria y, nuevamente, se desempeñan en la informalidad.
A partir de una entrevista que realizó el IMCO, se detectaron tres causa principales, por las cuales la mayoría de las mujeres permanece en emprendimiento informal:
- Costo de la formalización: El gasto de tiempo y dinero para formalizar ha sido un factor que ha frenado el crecimiento de negocios. Pocas entidades han digitalizado o simplificado estos procesos. Además de la carga fiscal.
- Falta de acceso a financiamiento: Para las mujeres es difícil acceder a capital por un limitado acceso al sistema bancario. La principal fuente de financiamiento suele ser de sus círculos cercanos.
- Falta de conocimientos: Debido a que el 68% de las emprendedoras no alcanza la educación superior, no tienen acceso a conocimiento de finanzas o contabilidad.
Las maneras en las que se puede hacer frente a estas problemáticas es el impulso de actividades económicas más productivas a las que las mujeres puedan tener acceso. Asimismo, es necesario que se simplifiquen los procesos para formalizar y brindar educación gratuita, talleres y más, sobre aspectos financieros y económicos.