Las condiciones laborales en México siguen siendo desiguales para las mujeres. Se estima que el trabajo no remunerado que desempeñan representa 24% del PIB nacional. El contexto no es nada positivo para la sociedad en general, pues varios estudios demuestran que si se lograra
la igualdad de género en los mercados laborales, el PIB de América Latina podría crecer 2.6 billones de dólares.
Los sectores con mayor potencial de despegue, donde aún existe una larga brecha de género por acortar, son los relacionados a la tecnología y la innovación. En México, sólo 25% de la fuerza laboral que se desempeña en Tecnologías de la Información (TI) corresponde a mujeres.
De la misma manera, sólo 30% de ingenierías STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics, por sus siglas en inglés) es ocupado por talento femenino. ¿Cómo sería el desarrollo del país si cada vez más mujeres estuvieran incorporadas a esta rama del conocimiento?
Te presentaremos ocho mujeres que son muestra de esa evolución. A través de sus esfuerzos, cada una ha construido un ecosistema donde la participación femenina en la innovación y tecnología es fundamental. Su empatía con sus equipos de trabajo, el impulso que dan a la inclusión, así como el desarrollo de iniciativas con alcance global, las ha posicionado como líderes de sus sectores.
Ellas son Mujeres Innovadoras y este es el caso de Albertina Cardiel Chávez: quien su gusto por la informática y su inquietud por mantener protegidos los datos digitales de las personas la llevaron a asesorar empresas de la talla de Silicon Valley.
Albertina del Pilar Cardiel Chávez, la defensora cibernética con sentido humano
Albertina Cardiel tiene una trayectoria de más de 20 años en el campo de las tecnologías de la información y la protección de datos.
Cuando era niña, su papá, “a quien siempre le gustó estar a la vanguardia”, le regaló su primera computadora. Esto provocó en Betty -como se hace llamar- mucha curiosidad y hambre de aprendizaje: “hacía muchos experimentos, me gustaba crear mis propios videojuegos, que venían por instrucciones con libritos de computación”.
Sin duda, el apoyo de su familia marcó un parteaguas en su desarrollo, pues actualmente funge como directora digital de Softtek Texas y cofundadora de la empresa de ciberseguridad CyberWag. Ha capacitado en protección de datos a empresas como Silicon Valley, así como a firmas internacionales en Europa y Asia. Además, es asesora de varios gobiernos en materia de seguridad informática.
Betty considera que en el mundo digital, donde no existen las fronteras físicas, es más complicado gestionar leyes y proteger datos de miles de personas en varios continentes. Sin embargo, estos fueron los retos que tuvo que superar, pero que a través de la innovación le permitieron ser pionera en servicios de seguridad de la información y creadora de modelos de riesgos para ser implementados en empresas de talla mundial.
Su activismo digital la llevó a fundar, con la ayuda de varias instituciones en el estado, la organización sin fines de lucro StarOnTheFly que tiene como objetivo ayudar a padres de familia y maestros a proteger su información digital y evitar el cyberbullying, así como a incentivar que más mujeres estudien carreras de tecnología.
Los esfuerzos de Betty le han concedido reconocimientos en varias partes del mundo. El más destacado fue el reconocimiento del Consejo de Seguridad de la Información de Estados Unidos, mismo que la coloca como de las primeras mujeres latinas en recibirlo.