La medicina curativa despliega su arsenal terapéutico cuando el paciente ya ha sido diagnosticado con alguna enfermedad. Su enfoque principal se centra en diagnosticar, tratar y mitigar tanto los síntomas como las consecuencias de las afecciones que aquejan al individuo.
La medicina curativa se caracteriza por ser reactiva, ya que entra en acción una vez que el paciente presenta síntomas o enfermedades establecidas. Sus objetivos primordiales son aliviar el sufrimiento del paciente, controlar la progresión de la enfermedad y, en la medida de lo posible, buscar la curación. Sin embargo, es importante reconocer que, en muchos casos, especialmente en enfermedades crónicas, la curación completa es un objetivo difícil de alcanzar.
Si bien la medicina curativa es esencial para abordar enfermedades y lesiones existentes, su enfoque en la atención de crisis y su enfoque en el paciente como receptor pasivo de tratamientos a menudo limitan su capacidad para abordar problemas de salud de manera proactiva.
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La curación del futuro
Según el artículo “Fuerzas de cambio: el futuro de la salud”, del Centro de Deloitte para Soluciones de Salud, las nuevas tendencias relacionadas con la Inteligencia Artificial, el desarrollo tecnológico y la genómica permitirían acelerar y hacer diagnósticos más oportunos, además de desarrollar medicamentos novedosos tras identificar compuestos farmacéuticos más eficaces.
La robótica y la IA serán cada vez más utilizados en procedimientos quirúrgicos para mejorar la precisión y la eficiencia. Los robots quirúrgicos pueden ayudar a los cirujanos a llevar a cabo procedimientos complejos con mayor precisión y menor invasión. Esto puede acelerar la recuperación del paciente; sin embargo, estos avances buscan alejarse de las tendencias reactivas de la medicina y se acercan a la línea de la prevención y la paliación.
Por su parte, en su libro Genómica: el acertijo de lo humano, Pablo Meyer resalta que esta disciplina apunta a personalizar tratamientos médicos según el perfil genético de cada paciente, lo que significa que los medicamentos y terapias pueden ser más efectivos y con menos efectos secundarios.
Lo anterior impulsa el desarrollo de terapias génicas (que involucran la corrección o modificación de genes defectuosos para tratar enfermedades), a través, por ejemplo, de la farmacogenética, enfocada en cómo los genes influyen en la respuesta de una persona a los medicamentos (lo que puede optimizar la elección de estos y sus dosis).
A pesar de esto, aunque la medicina curativa desempeña un papel esencial en la atención médica al abordar enfermedades, su complementariedad con la medicina preventiva es fundamental para procurar de manera efectiva la salud y el bienestar de la población.
Cirugías con computación espacial
También la realidad aumentada y mixta se está integrando a la medicina. La empresa mexicana Skye Group realizó la primera cirugía con realidad aumentada en Latinoamérica.
Esta computación espacial permite emular el comportamiento de los órganos del paciente, practicar cirugías en modelos digitales, aumentar los niveles de inocuidad y contar con toda la información necesaria de manera digital en los quirófanos.
“Cuando hay una cirugía complicada —como de corazón, de cáncer o neurológica—, la mayoría de los hospitales hacen las prácticas en muñecos y sobre eso se imaginan muchas cosas que podrían pasar. Pero con esta tecnología, yo puedo hacer una pre-cirugía pre-cirugía en el cuerpo virtual de mi paciente y empezar hacer una práctica de la misma cirugía en el digital twin (generado a través de radiografías, ecografías, TACs y demás). Así se puede estirar, abrir y practicar cuantas veces sea necesario”, declara Gustavo García, chairman de Skye Group.
La realidad aumentada en la medicina no sólo mejora la precisión de los procedimientos antes, durante y después de una cirugía, sino que también facilita la formación de médicos y la colaboración global en tiempo real durante cirugías complicadas. Además, los pacientes pueden conocer los detalles del procedimiento que su doctor aplica, con imágenes virtuales de su propio cuerpo.
“La computación espacial es como tener un visor dentro del cuerpo humano para poder entender hasta dónde debe llegar un bisturí, hasta donde debes llegar tú como médico. Con esta tecnología, nosotros tuvimos una cirugía con asistencia de médicos en África.
[…]En el seguimiento con el paciente, se le pueden entregar unos lentes y mostrarle todo lo que se le hizo: esto fue por lo que pasaste y esto es lo que pasará después, ese el seguimiento que tenemos que tener contigo”, afirma.