Algunas mujeres estamos tan acostumbradas a usar productos exclusivos para damas que, probablemente, nunca nos hemos dado cuenta de que pagamos el llamado «impuesto rosa», aquellos pesos o centavos extra que nos cuesta comprar productos para mujer (aunque sean iguales que los de hombre).
Una organización de mujeres llamada Georgette Sand, en Francia, se puso a revisar precios de artículos comunes para hombres y mujeres. Encontraron que en la mayoría de tiendas, los productos para mujer son más caros. Por ejemplo, un paquete de 5 rastrillos valía casi un dólar más que el de hombre, que además, tenía el doble de rastrillos.
Con desodorantes, cremas y cortes de cabello sucedió lo mismo. Puede no parecer extraño que las mujeres gasten más que los hombres en cuanto a compra de productos para el cuidado personal. Pero, cobrar más por artículos tan comunes como un rastrillo, donde lo único que cambia es el color del plástico, ¿es justificable?
Después de que este grupo de mujeres feministas denunciara el asunto a la Dirección General de la Competencia, del Consumo y de la Represión del Fraude francesa, hubo algunos puntos en contra.
Organizaciones de empresarios dijeron que el llamado “impuesto rosa” no existe y se trata, en realidad, de un asunto de oferta- demanda: los hombres utilizan más los rastrillos, por eso son más baratos.
Si este razonamiento aplicara para todos los productos, menciona un análisis de la revista Nexos, ¿por qué los precios de las cremas no bajan, si las mujeres las consumen demasiado?
Podemos aplicar el mismo cuestionamiento con un corte de cabello. Una mujer, aunque use el pelo corto, casi siempre pagará más por el corte. O en el caso de tintorerías, planchar una blusa de mujer es más caro que una de hombre.
No sólo en Francia sucede. Un artículo de la revista Forbes menciona que las mujeres norteamericanas pagan 1,300 dólares más que los hombres en productos similares.
Esto sucede en Francia, España, incluso en México. En un ejercicio rápido de revisar precios, encontramos que en ciertos supermercados sucede lo mismo. El paquete de rastrillos para mujer suele ser más caro que el de hombres.
¿Te has dado cuenta de esto? La próxima vez que vayas al súper, revisa los precios y compruébalo.