El debate sobre la vivienda vertical versus la vivienda horizontal ha estado en el centro de las discusiones sobre desarrollo urbano en todo el mundo. Desde la perspectiva de Grupo PAAR, liderado por Diego Palomar, Aguascalientes no se queda atrás.
La vivienda horizontal, a menudo asociada con la imagen de casas espaciosas con jardines, solía ser la norma en muchas ciudades. Esta forma de vivienda ha posibilitado ventajas innegables como la posibilidad de crear comunidades sólidas y promover la interacción social. Sin embargo, en los últimos años, la inseguridad ha fomentado la construcción de cotos, lo que genera problemas de aislamiento y percepciones de seguridad distorsionadas. Si bien los cotos prometen una disminución de la inseguridad, se corre el riesgo de aislarse de la ciudad y sus beneficios.
“La vivienda horizontal tradicional se conformaba de proyectos integrales[…], pero cuando la vivienda horizontal, por la inseguridad, se convierte en cotos o fraccionamientos cerrados, se le da la espalda a la ciudad. Lo que pasó es que la sociedad empezó a cerrarse, ya no se genera una comunidad segura”, asegura Diego Palomar.
Vivienda vertical, un modelo urbano
La vivienda vertical se caracteriza por su densidad urbana y su uso eficiente del espacio. Diego Palomar señala que la principal desventaja es la reducción del tamaño de las unidades de vivienda; no obstante, esta limitación se compensa al proporcionar una mayor cantidad de espacios urbanos de convivencia.
Un punto importante es la necesidad de la colaboración entre el gobierno y las desarrolladoras inmobiliarias, ya sea que se opte por desarrollos verticales u horizontales. El apoyo y la inversión gubernamental en espacios urbanos de calidad y enfoques de desarrollo sostenible son fundamentales para cualquier opción.
La movilidad urbana, por ejemplo, es un tema crítico, pues es esencial proporcionar sistemas de transporte eficientes y opciones amigables con el medio ambiente, como ciclovías y banquetas seguras.
La asequibilidad económica es otro factor clave que hace que la vivienda vertical sea una opción atractiva, especialmente para las nuevas generaciones que buscan independizarse y adquirir una propiedad en un entorno macroeconómico en el que la vivienda se encarece cada vez más.
Otro recae en la sustentabilidad: la captación y reutilización de aguas grises es una práctica cada vez más común en estos proyectos. Esto no sólo ayuda a conservar un recurso vital, como el agua, sino que también reduce la huella ambiental de la vivienda urbana.
A medida que el costo en el mercado sigue aumentando, la opción de la vivienda vertical podría ofrecer una solución más accesible para aquellos que desean adquirir una propiedad. Grupo PAAR ha demostrado su compromiso con las ventajas de la vivienda vertical, tanto en AERA como en AUNNA, desarrollos verticales que son prueba patente de los beneficios de este tipo de construcciones.
Dado que este tipo de desarrollos puede aprovechar eficientemente el espacio disponible en zonas urbanas ya consolidadas, podría contribuir a una mayor eficiencia en el uso de recursos y a una reducción en los costos de infraestructura y servicios públicos. Esta eficiencia en el uso del suelo también podría tener un impacto positivo en los ingresos municipales y en la rentabilidad a largo plazo de la ciudad.