Desde que era adolescente, tenía el don especial de escuchar a las personas para ofrecerles una perspectiva diferente de los problemas que los aquejaban. Aunque él mismo tuvo que enfrentar diversas vicisitudes que anidaban en su interior, fue cuestión de tiempo para que se dedicara de manera formal a lo que más le apasiona: ser un facilitador de vida con la capacidad de transformar la forma en que te visualizas ante el mundo.
Enrique Guillermo Hernández Elías, licenciado en Matemáticas Aplicadas egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), encontró su vocación haciendo ecuaciones, pero de vida. En esta actividad encontró su propia felicidad y, a través de ella, busca hacer la diferencia en las personas e instituciones que quieren desarrollar su máximo potencial. Primeramente, se enfoca en la búsqueda del bienestar emocional, para que este se vea reflejado en el exterior y en la actitud con la que se afronta la realidad.
“Mi inspiración siempre han sido las personas, el estudio de las relaciones humanas. Me encanta ver sonreír a la gente; cuando estaba en la preparatoria era muy satisfactorio hacer reír a quienes me rodeaban. Desde ese entonces, mis amigos y compañeros se acercaban a mí, me tenían mucha confianza y me contaban sus cosas. Yo lo que hacía era un reencuadre de su problema y el drama lo convertía en una historia de empoderamiento”, recuerda.
El mentor aguascalentense reconoce que, a la hora de elegir una profesión, se decantó por el área que se le facilitaba y en la que era bueno, no así en lo que quería ser —como ocurre con muchos jóvenes a la hora de ingresar a la universidad—.
No obstante, estudiar esta carrera también le brindó la oportunidad de impartir clase y relacionarse en la comunidad educativa, donde pudo orientar a un sinfín de personas así como, al mismo tiempo, prepararse para lo que le tenía deparado el futuro. En esta etapa, una de sus estudiantes le recomendó acudir a un curso en el momento en que más lo necesitaba.
“Me atreví a soltarlo todo: a perderlo todo para ganarlo todo. Hubo un momento en el que a los 26 años decía que había perdido la batalla de la vida, pero fui a este curso que me cambió por completo. Ahora lo que quiero es llevar humanidad a las empresas y a las personas”, refiere.
A partir de entonces, Enrique se enfocó por completo en convertirse en un facilitador reconocido. Estudió diversos cursos, talleres y diplomados que lo han llevado a alcanzar, a lo largo de más de diez años, una serie de certificaciones en materia de Access Consciousness. Además, ha alcanzado el grado de Master Speaker por la Cámara Internacional de Conferencistas; Entrenador Transformacional Básico, Avanzado y PL, en la Academia de Transformación Contemporánea VII México, por mencionar algunos.
Asimismo, luego de haberse desempeñado como director, entrenador y facilitador en diversos centros de transformación, en 2020 decidió independizarse y fundar EnriqueSer. La empresa ofrece todo tipo de capacitaciones empresariales relacionadas con el liderazgo, la motivación y el desarrollo humano.
“Invitaría a las empresas a que hagan un alto y se cuestionen… ¿qué quieres crear?, ¿quieres expandirte? Ten empleados felices, conviértelos en tus aliados”, recalca Enrique. Por último, subraya que la era industrial está concluyendo, para dar paso a la de la consciencia.
“Que nada ni nadie te detenga, ni siquiera tú”.
