En el ámbito musical, la complejidad no reside únicamente en el aspecto de la composición, sino también en la interpretación. Las y los intérpretes se enfrentan a un gran reto: dar vida acústica a un texto escrito en signos de notación musical y con ello transmitir y, dar significado a un elemento completamente subjetivo como lo es la música instrumental. Desde los nueve años de edad, Elías Manzo, encontró en el piano una pasión que ha ido descubriendo mejor con el paso del tiempo. A sus 18 años, se ha desenvuelto con soltura en el arte de la interpretación y expresión musical. Si se toma al instrumento como una especie de máquina, o como un objeto inanimado, en las manos de Manzo, el piano cobra vida.
Con una carrera prolífica en miras de seguir creciendo, sus inicios se vieron influenciados por su entorno. En el seno familiar, la música fue una constante y una forma de vida. Al convivir y tener cerca el piano, su interés por el mismo se fue dando de manera natural. “El interés surge a partir de un conjunto de elementos: mi papá es músico concertista. De pequeño siempre iba a sus conciertos. Desde ahí me llamaba la atención”. Más allá del genuino interés, sus habilidades resaltaron una vez que comenzó a aprender a tocar.
La música lo ha acompañado por nueve años y, hasta el momento, se ha configurado como un aspecto relevante de su vida, sin embargo, también se ha desarrollado de manera integral en todos los aspectos fuera del arte. Se describe a sí mismo como un individuo completamente normal que disfruta hacer cosas de su edad. Sus días se ven acompañados de horas de estudio, presentaciones y giras alrededor del país. Actualmente, es estudiante de la Unidad Académica de Artes de la Universidad Autónoma Zacatecas, estudios que combina con su ya carrera profesional de concertista. Dicha labor es muy compleja de llevar a cabo pues un porcentaje muy pequeño de músicos pueden decir que dedican su vida a dar conciertos, y en ese sentido Elías ha sido afortunado.
En la cima del escenario
Dentro de su vida cotidiana y artística, Elías Manzo se caracteriza por mantener un balance entre el estudio y las actividades fuera de la música. Al respecto comenta:
“Estudio todos los días y eso involucra tiempo. El tiempo no sale de la nada, tienes que darle su espacio y medida. Evidentemente ha habido cosas correspondientes a mi edad que no he hecho, pero también pienso que he ganado muchas experiencias”.
Aunque refiere que encontrar el balance entre una vida “normal” y la disciplina del estudio y de los escenarios ha sido complicado, resalta la importancia de encontrar el justo medio para mantenerse enfocado en sus actividades profesionales sin dejar de lado el gusto por conocer el mundo que lo rodea. Si bien, a corta edad el mundo se presenta como desconocido, encontró en la música un espacio de exploración. A pesar de que comenzó entre los siete y los ocho años, sus inicios de manera seria, se dieron hasta los nueve y tras varios meses de iniciar de manera contundente, su participación en un concurso infantil trajo consigo un cambio de perspectiva.
En el camino ha recibido distinciones por sus grandes ejecuciones y su trayectoria en este sector. Entre las más importantes figuran el Premio Nacional de la Juventud en 2017 y, recientemente, en marzo del 2022, se erigió como ganador del London Classical Music Competition (LMCM) en la categoría juvenil. Su participación atrajo la atención de críticos y musicólogos que apuntaron, sobre todo la imaginación, el arrojo y la madurez de su interpretación.
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Su crecimiento se ha dado de manera constante y consistente. “Cuando descubrí la música como tal, tenía entre 12 o 13 años. Al presentarse con más constancia fue cuando quise empezar a madurar más aspectos de mi interpretación. A partir de aquí fui empezando a entender más aspectos”. A pesar de que tocar en vivo frente a una gran cantidad de personas representa una gran demanda para las y los intérpretes, Elías Manzo apunta que, tras su primera presentación en un ambiente privado y cercano, conoció la emoción de los conciertos; más allá de los nervios, el hecho de subir al escenario es algo que disfruta.
Escalando en la interpretación
Su habilidad y talento le han brindado la oportunidad de tocar con casi la totalidad de las orquestas del país. La primera presentación que realizó con orquesta fue con la de Zacatecas, a la edad de nueve años. Las dificultades que representó este hecho lograron brindarle nuevas herramientas para su desenvolvimiento:
“Yo tenía nueve años todavía y era complicado estar con otros músicos, grandes maestros. Era algo muy complicado pero que disfruté mucho. Hasta ahora, una de las cosas que más disfruto es tocar con orquesta. Cuando tocas tú sólo, tú tienes el control de todo, pero con la orquesta tienes que ensamblarte y es algo muy reconfortante el poder escuchar todos los instrumentos”.
Hasta el momento, ha tocado junto con grandes orquestas de todo el país, como la de Xalapa, Jalisco, Estado de México, Sinfónica Nacional, OFUNAM, Morelia, Aguascalientes, San Luis Potosí, entre muchas otras. Cada una de ellas ha representado una gran experiencia para el pianista. A su corta edad ya se ha colocado como un referente de la música para los jóvenes. Entre la disciplina, el talento y el trabajo constante ha logrado resultados que han podido verse reflejados en la atención que recibe del público.
A lo largo de su experiencia encuentra en la música un misterio que sigue descubriendo: “La música ha cambiado mucho mi vida. Como el arte que es, admiro su complejidad. Eso es lo que me gusta mucho de ella, que siempre puedes encontrar algo nuevo”. El joven músico extiende su admiración hacia todos aquellos que han encontrado en este arte una forma de expresarse, independientemente del género que se proyecte. “Intento escuchar mucho porque tener conocimiento de todo siempre te va ayudar; a la hora de interpretar siempre es bueno tener muchas referencias”.
Actualmente se encuentra desarrollando una gira, la cual ha llegado a distintos estados de todo el país y que presentará también en la Unión Americana. Para su interpretación y futuros proyectos, busca, principalmente, desarrollar sus aspectos musicales, lo cual ha considerado como más importante pero también lo más complicado de realizar. Sin dejar de lado la técnica, se enfoca en la musicalidad para imprimir más personalidad y autenticidad en sus interpretaciones.
Elías Manzo se rige por dos lemas:
- “Per aspera ad astra” (A través del esfuerzo, el triunfo).
- Y el lema de nuestro Estado: «Labor vincit omnia» (El trabajo todo lo vence).