Siempre he sido partidario de un estilo de vida saludable, lo cual implica formar determinados hábitos. En esta ocasión, hablaré solo de uno que puede incidir de forma relevante en el desempeño laboral, aunque a veces no se le dé tal importancia. Hablo del ejercicio.
¿Cómo afecta esta práctica al cuerpo? A continuación, desarrollo algunas ideas sobre el tema:
- Sistema nervioso central. El cerebro humano necesita realizar ciclos de actividad y descanso para funcionar óptimamente. El ejercicio oxigena este órgano y lo relaja, lo cual permite a las personas abordar con nuevos bríos situaciones y problemas complejos que se presentan a diario.
- Sistema digestivo. Acelera el metabolismo, mejora la digestión y la eliminación de lo que no necesita el cuerpo. Dado que reduce el estrés, ayuda a controlar algunos problemas digestivos, los cuales están relacionados con esta enfermedad, como la acidez o la inflamación.
- Sistema circulatorio. La actividad física fortalece el corazón y mejora la circulación. Ayuda a mantener buenos niveles de presión arterial, colesterol y triglicéridos. Asimismo, previene la aparición de varices.
- Sistema inmunológico. Cuando se lleva un estilo de vida con mucho estrés, es posible que el sistema inmunológico se vea afectado. Al realizar ejercicio regularmente, se puede atenuar o eliminar este efecto.
Su aplicación a la vida laboral
Algunas prácticas que me han sido útiles para tener niveles de energía adecuados y una buena concentración al ejercer las labores en mi empresa son:
- Realizar actividad física diariamente, al menos 20 minutos por sesión.
- Alternar días de ejercicio cardiovascular (escaladora, trotar, elíptica, bicicleta estacionaria, nadar, etcétera) con días de ejercicio de resistencia (pesas).
- Descansar un día completo a la semana.
- Dormir en promedio 8 horas durante la noche y, de ser posible, tomar una siesta de 15 a 20 minutos por la tarde como una forma de recarga rápida.
- Si se está empezando, se debe hacer un día de ejercicio y uno de descanso, hasta lograr ejercitarse a diario.
Si nunca se ha realizado actividad física o se tiene alguna condición especial de salud, es importante consultar al médico antes de empezar.
Hay que recordar que además de las recomendaciones generales descritas arriba, es importante tener constancia, así se obtendrán beneficios a mediano y largo plazo.