El mercado de exhibición de películas tiene dos competidores que claramente dominan el mercado en México: Cinépolis y Cinemex. La primera, con 67.1% del consumo en salas de cine, mientras que la segunda ocupa 29.5%. El resto de las compañías abarcan apenas 3.4%, todas disputando un mismo segmento: las cintas comerciales.
Pero existe otro sector muy creciente que no muchas empresas están atendiendo: el cine independiente; proyectos de poco presupuesto que difícilmente pueden reproducirse en las salas más populares pero cuya calidad merece ser apreciada por muchos. Ese mercado también ha sido explorado por “el duopolio” de la exhibición del cine mexicano, sin embargo, es ahí donde otras salas alternativas pueden competir.
Retransmisión es una de las empresas emergentes que lo intentan. Un proyecto nacido del concurso Emprende UAA (de la Universidad Autónoma de Aguascalientes) que distribuye y exhibe películas independientes en espacios públicos.
Si bien el concepto se basa en una visión social, el proyecto no podría subsistir exhibiéndose en salas -una con capacidad de 200 personas cuesta alrededor de 10 mil pesos por función-, es por ello que su modelo de negocio gira en torno al apoyo de la comunidad cinéfila:
“Recibimos una retribución como mediadores. Nos paga el cineasta, nos paga el espacio, nos paga el patrocinador y todos reciben ciertos beneficios”, explica Jordi Sitjá Flores, director de la empresa.
Desde 2016, Retransmisión realiza anualmente un circuito por ocho ciudades mexicanas en las que exhiben cortometrajes, largometrajes y videoarte de más de 50 países. En 2019, este espacio de cine independiente rompió récord con más de 50 proyecciones y superando los 7,000 espectadores de distintas partes de México.
Con apenas tres años en el mercado, Jordi ha constatado que el cine alternativo es atractivo para un segmento amplio que se caracteriza por ser fiel a este tipo de proyecciones. Es por ello que a través de su marca busca construir una comunidad que, además de apreciar cintas diferentes a lo habitual, se cultive de la cultura del cine alternativo:
“El proyecto viene a atender una problemática que finalmente es social, incluye mucha gente, lo que lo vuelve un problema de sociedad y se tiene que resolver en sociedad”, señala.