Con el paso del tiempo, han ido surgiendo múltiples conceptos relacionados con la gestión del desarrollo sustentable, la novedad radica en el creciente interés de su necesaria implementación en las distintas esferas del entorno: la economía, la política, la sociedad y el medioambiente. Los modelos económicos convencionales son los denominados “modelos lineales”, donde se enfocan las decisiones empresariales en el uso eficiente de los recursos con el principal objetivo de satisfacer necesidades del mercado y generar rentabilidad.
De igual forma, los modelos de negocios circulares, que surgen del estudio e implementación de la economía circular, se centran en cubrir la necesidad del mercado, pero, se adiciona algo de suma importancia, prolongar en su máximo potencial la vida útil de todos los recursos involucrados en el proceso de satisfacción de dicha necesidad, ya sea el desarrollo de un producto o de un servicio.
Es así como la doctora en Ciencias Administrativas Aura Andrea Díaz Duarte, especialista en temas de investigación dentro del sector de la economía circular, marketing sustentable y eco-innovación para el desempeño empresarial, nos comparte un artículo sobre la importancia de la economía circular y su rentabilidad dentro de los negocios.
La Dra. Aura también es Directora de la Academia en Negocios, Derecho, Informática y Soft Skills dentro de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes. Y cuenta con su empresa familiar, con más de 30 años en el mercado en el giro de la comercialización y construcción eléctrica.
Economía Circular: de la sustentabilidad a la rentabilidad de los negocios
En los últimos quince años, ha ido tomando fuerza la economía circular como ciencia aplicada a los modelos de negocio no solo industriales o de producción, es decir que, va surgiendo un amplio abanico de posibilidades para la implementación de la economía circular en la parte administrativa de los negocios. Gran parte de la conceptualización de estos términos circulares en la administración han sido sustentados por la fundación Ellen MacArthur, basando este modelo circular en tres ejes: “tomar, hacer y deshacer”.
Su meta es eliminar el desperdicio que es dañino para el medioambiente, promoviendo el uso de bienes con componentes naturales denominados “nutrientes” que pueden ser reabsorbidos dentro de la biósfera sin causar daño y, de igual forma, en cuanto a componentes técnicos, promueven el tríptico de “reusar, reparar y reciclar”, generando tecnologías con un ciclo de vida más amplio.
Klein, uno de los científicos actuales sobre temas de sustentabilidad en el desarrollo económico, genera una estructura de dimensiones funcionales de la empresa que sirven para medir el nivel de adopción o resistencia en la implementación de modelos de negocio circulares, dividiendo este esquema en los procesos internos y operaciones, cambios organizacionales y estrategias, estímulos internos y barreras para adoptar la economía circular.
Un primer eslabón importante para la adopción de un modelo de negocio circular, es analizar los estímulos internos, al igual que, conocer las barreras internas para su adopción, donde las principales barreras constan de la falta de conocimiento en temas de sustentabilidad, la falta de recursos financieros de la empresa, la falta de inversión para capacitar al personal en temas de circularidad, la falta de cooperación, diálogo e intercambio de experiencias en el sector perteneciente de la empresa, rigidez en los procesos internos, la falta de interacción con proveedores y, la falta de una asesoría adecuada para la toma de decisiones empresariales basadas en un marco de indicadores para modelos de negocio circulares.
Sin embargo, la influencia que generan los estímulos para la adopción de la economía circular dentro del modelo del negocio, contrarresta fuertemente a las posibles barreras que pueden existir. Estos estímulos se centran principalmente en el compromiso de los gerentes y directores hacia impulsar la filosofía empresarial en temas sustentables y, externamente, las leyes y regulaciones gubernamentales que favorecen a las empresas pertenecientes a los modelos circulares pueden ser un importante incentivo. La presión de los competidores y de los propios clientes se vuelve un impulsor decisivo para cambiar, en medida de lo posible, el uso de los recursos en toda la cadena de suministro, de tal manera que, genere el menor impacto en el medioambiente, o mejor aún, que genere una mejora.
En conclusión, dado el auge que está tomando el término de la economía circular como una opción de negocio sustentable y rentable, las empresas tienen la responsabilidad de analizar internamente cuál es su posición en el entorno, cómo sus decisiones afectan o impulsan el desarrollo sustentable y el cuidado del medioambiente y, cómo los proveedores y todos los involucrados en los canales de distribución de cualquier bien o servicio están trabajando particularmente en mudar sus materias primas, sus procesos y sus prácticas administrativas en robustecer los ciclos de vida de los productos y siempre tratar de encaminar sus decisiones hacia el bienestar del medioambiente.