«El cubo» y «Los arcos» son dos acueductos que, como obras arquitectónicas, han perdurado en Zacatecas por más de cien años.
El cubo, del Centro Histórico
Se construyó a finales del siglo XVIII, durante la época colonial, y dejó de proporcionar el vital líquido hasta principios del siglo XX en 1910. El acueducto funcionaba para proporcionar agua de la mina El cubo hasta la fuente de la plazuela Villarreal, Su arquería se encuentra compuesta por mampostería de cantera. Sin embargo con el paso del tiempo se fue debilitando y aunado a un choque seis de los arcos botareles se tuvieron que reforzar asimilandose a los arcos originales.
Actualmente la construcción llega hasta el Parque Enrique Estrada y abarca parte de la entrada del Hotel Quinta Real, que antiguamente era la plaza de Toros.
Puedes disfrutar de una hermosa vista desde el parque al atardecer, así puedes admirar un bello paisaje urbano entre la naturaleza y la arquitectura que engañan los arcos.
Los Arcos, de Nochistlán
Otro acueducto representativo de la entidad se encuentra en el municipio de Nochistlán. El inicio de sus actividades iniciaron en 1793. La ubicación original iniciaba desde los yacimientos del cerro La mesa del agua, hasta la comunidad.
Su construcción alberga 33 arcos de mampostería con dos mangas de cal y canto según se menciona en las Noticias varias de la Nueva Galicia. En el cabo que concierne al poblado se situaban dos piletas que se encontraban en el jardín y una fuente de tipo octagonal. Además cuenta con la Pila Azul y la Pila de afuera, dichas construcciones se encuentran en los límites del poblado. Después de recorrer las calles de la ciudad puedes sentarte en las bancas que se encuentran frente a los arcos para disfrutar del paisaje y la tranquilidad del entorno.
Así que ya conoces un poco de la historia de dos construcciones que dan cuenta de la herencia arquitectónica que aún persiste y alberga poco más de dos siglos en tierras zacatecanas.