El día de ayer Nueva Zelanda cumplió 100 días sin nuevos casos de coronavirus, según anunciaron las autoridades del país. Desde el 1 de mayo Jacina Ardern, la primera ministra, indicó que ya no contaban con casos de COVID-19. Se trata de un control rápido y oportuno que pudo mitigar los contagios y erradicar, por lo menos hasta ahora, el virus.
¿Cómo lo lograron?
En un principio se les reconoce la toma de acción rápida y efectiva, así como estricta que la población acató responsablemente ante el primer brote. Además de eso contaron con tres bases fundamentales que fueron las principales para evitar la propagación del virus:
- Estricto control en la frontera: A partir del 26 de marzo, un mes después de que se diera el primer caso de COVID-19, se prohibió totalmente la entrada y salida de la frontera. Esto se hizo con el objetivo de eliminar el virus, no mitigar su propagación.
- El confinamiento: En un principio se puso en confinamiento estricto a los pacientes, así como a los casso sospechosos que se rastreaban a partir de los casos activos. Finalmente, el confinamiento fue estricto para toda la población. Medidas como una distancia segura, también fueron necesarios para proteger a la población, la cual atendió las medidas.
- Pruebas médicas y preparación hospitalaria: El seguimiento de los casos positivos así como brindar pruebas gratuitas a la población ayudaron a detectar los casos y mantenerlos controlados. Asimismo, desde un inicio, en febrero, los hospitales se prepararon para la afluencia de pacientes con coronavirus.
Ahora, el país se encuentra en un periodo pos-covid-19, sin embargo, no descartan la posibilidad de una segunda ola de contagios, tal como ha sucedido en otros países del mundo que habían podido controlar la situación. Tan sólo 103 días después de que se detectó el primer caso en el país. Aunque ya permiten la entrada de extranjeros, a éstos se les aplica una prueba a la entrada del país y posteriormente se le somete a un confinamiento de 15 días para prevenir cualquier tipo de contagio.
Mucho de este logro se debe principalmente a la labor de la primera ministra que logró enfocar los mensajes de seguridad, así como dar certidumbre al país en momentos de crisis. En cuanto a la economía, se pretende una recuperación constante aunque lenta enfocándose hacia los servicios turísticos.
En la crisis sanitaria el gobierno neozelandés puso en marcha un programa de gastos para dar apoyo a las empresas que lo necesitaran y así poder dar en forma los ingresos a los empleados que perdieron su trabajo o que se vieron vulnerables durante ese periodo. De ésta manera, la población pudo mantenerse en aislamiento para la eliminación del virus.
Las medidas se visibilizan efectivas no sólo porque ya no hay ningún contagio desde hace 100 días, sino porque los casos de contagio y muertes son, en comparación con otros países, mínimas. Nueva Zelanda registró un total de 1,569 casos y 22 decesos.