Los cambios fiscales en México en 2024 traen algunas adecuaciones que impactan diversos aspectos económicos y financieros que bien debemos tomar en cuenta.
En primer lugar, destaca el aumento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a gasolinas, cigarros y bebidas saborizadas, experimentando un incremento del 4.3%, ajustado conforme a la tasa de inflación. Este ajuste busca adecuar la carga fiscal a las condiciones económicas del país.
En paralelo, se aborda la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre intereses. Inicialmente propuesto por el Ejecutivo con un aumento de la tasa del 0.15% al 1.48%, tras negociaciones en el Legislativo, se logró establecer la tasa en 0.50%. Esta medida busca equilibrar la recaudación fiscal sin imponer cargas excesivas a los contribuyentes.
La implementación de la Carta Porte del Servicio de Administración Tributaria (SAT) es otro aspecto crucial. A partir del 1 de enero de 2024, la emisión sin errores de los CFDIs con Carta Porte es obligatoria. Sin embargo, se concede una prórroga hasta el 1 de abril para la utilización de la versión 3.0. Además, destaca el inicio de vigencia, el 18 de enero de 2024, de la nueva versión del Complemento de Comercio Exterior (CCX) 2.0 del CFDI.
En relación con el Buzón Tributario, se presenta una prórroga significativa. Ante la falta de conocimiento general sobre la activación del Buzón Tributario y la fecha límite inicial del 31 de diciembre de 2023, el SAT extendió el plazo hasta el 31 de diciembre de 2024. Esta medida busca facilitar la adaptación de los contribuyentes a las nuevas normativas.
Dentro de las transformaciones en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), se incluyen cambios como la incorporación de pérdidas fiscales no visualizadas, la eliminación de estados financieros, la introducción de nuevas deducciones y beneficios fiscales, así como la renovación de formatos de estados financieros, entre otros ajustes.
En conclusión, los cambios fiscales en México para el año 2024 abarcan una gama diversa de ajustes que buscan mantener la equidad tributaria, promover la transparencia en los procesos fiscales y facilitar la adaptación de los contribuyentes a las nuevas normativas. La evolución constante del entorno fiscal demanda una comprensión profunda por parte de los agentes económicos para cumplir de manera efectiva con las nuevas disposiciones.