Desde muy pequeño, Armando Gómez aprendió el valor del trabajo. A partir de los siete años, “vendía pays en la calle, trabajé de repartidor, en la imprenta; tuve muchos trabajos y me dieron las herramientas para que no me dé miedo nada”, señala.
Oriundo de Aguascalientes, hoy Armando Gómez es el líder de Tachi-S, una de las mayores empleadoras en la entidad, con una plantilla laboral superior a los cinco mil colaboradores. Nos comparte cuatro lecciones que ha aprendido en su fructífera trayectoria.
Transformación de Tachi-S: un cambio impulsado
“Al entrar a Tachi-S estaba convencido de lo que podía hacer y, al enfrentarme a ciertos estándares, comencé a impulsar cambios. Esa actitud marca la diferencia dentro de cualquier organización. Atreverme a expresar mis ideas hizo que captara la atención y que reconocieran que ofrecía algo diferente”, recuerda Armando Gómez.
La confianza se gana
“La confianza no es ciega, ya que aumenta el riesgo de error. Debe estar respaldada por números y fundamentada en una lógica razonable. Obviamente, eso se gana. Cuando uno hace bien las cosas y demuestra consistencia, se va ganando el índice de confianza”, explica el líder de Tachi-S.
Decisión: pilar del liderazgo
“Cuando te encuentras en una posición de liderazgo, es fundamental comprender que tu función principal es tomar decisiones. Debes enfrentarte a la realidad de que algunas estarán equivocadas. Lo más importante es cómo reaccionas, cómo observas, cómo controlas y cómo implementas mecanismos para identificar desviaciones del objetivo y corregirlas. No tomar decisiones es lo peor que le puede ocurrir a un líder”, reflexiona.
Empatía, clave del éxito
«El líder debe tener personal empático, no necesita tener al mejor, con que sea empático a tus ideales, a tus objetivos, a tu forma de trabajar. Si tiene ganas de hacer las cosas con buena actitud, se puede convertir en el mejor”.