La seguridad humana se desarrolla como concepto integral de seguridad. Mientras que la noción tradicional apunta a la seguridad y defensa de un Estado-Nación en su integridad territorial a través del incremento de los medios militares, la seguridad humana se centra en el individuo.
Segurabilidad es un concepto implementado por técnicos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El término significa “la situación que se da cuando, más allá de la sensación de seguridad objetiva que pueda existir y de la percepción o el grado de seguridad subjetiva que exista, una persona o una determinada comunidad entiende que cuenta con los recursos necesarios para protegerse de las posibles amenazas que hay en su entorno”. En ese sentido, la segurabilidad humana es la ausencia de necesidad y de miedo.
Existen mecanismos de defensa que permiten lograr cierta tranquilidad de que uno puede estar protegido, tanto dentro del hogar como en el espacio público. Para lograr el estado de “segurabilidad” es necesario recurrir a recursos individuales, colectivos, públicos, privados, de tipos material e institucional.
Lo ideal es apostar a los recursos colectivos de modo que la comunidad permanezca integrada y logre suplir la inseguridad personal. Por ello, lo más importante es que las personas encuentren protección y apoyo en su barrio o entorno. Así, la segurabilidad humana es un conjunto de condiciones que permiten que se establezca la seguridad en una comunidad determinada.
La segurabilidad humana en Aguascalientes
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) estima que, en el estado de Aguascalientes, 62% de la población de 18 años y más considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja hoy en día su entidad federativa, seguido del aumento de precios con 36.7% y la salud con 29.3%.
La ENVIPE estima que 44.8% de la población de 18 años y más Aguascalientes considera que vivir en su entorno más cercano, colonia o localidad, es inseguro. Pero la seguridad humana contempla diversas seguridades que permiten vivir sin necesidades básicas insatisfechas y también sin miedo; es decir, sin temores que puedan significar la pérdida de balance de vida. En Aguascalientes, es mayor el sentimiento de inseguridad dentro de casa que a nivel nacional (21% contra 18%).
Para Aguascalientes tenemos un Índice de Segurabilidad Humana mayor en la capital y los municipios de la Zona Metropolitana que en los municipios del oriente y del poniente (como El Llano y Calvillo).
Índice de Segurabilidad Humana en Aguascalientes
Podemos calcular la segurabilidad humana a partir de ocho subíndices semaforizados y medidos a partir de datos censales. Como podemos apreciar, en Aguascalientes se cuenta con mejores números en materia de servicios que de salud; por municipio, presenta rezagos en educación y particularmente importantes en seguridad social. Partiendo de la definición de “ausencia de necesidad y de miedo” tanto la falta de acceso a la alimentación como las carencias de espacio vital también obran en contra de la segurabilidad humana.
Aguascalientes presenta índices de masculinidad muy bajos en determinadas regiones como en San José de Gracia o altos como en Pabellón de Hidalgo. La ausencia de integrantes en las familias se puede deber a la migración o por deceso; en ambos casos representa situaciones difíciles de afrontar. En la región, lo que más peso tiene son las ausencias de hombres por motivos laborales y que suelen pasar de ser temporales a definitivas con el transcurrir de los años.
Por subíndices, aparentemente se cuenta con mejores condiciones de salud en San José de Gracia por tener cobertura generalizada en alto porcentaje a los servicios de salud, pero que desciende drásticamente cuando el tema debe cubrir la seguridad social —en donde la cobertura es de las más bajas (26%)—. Esto permite observar la vulnerabilidad en temas como la seguridad y salud en el trabajo, pensiones y otros beneficios sociales.
En la cuestión educativa, es muy importante conocer la infraestructura con la que se cuenta. En el caso de la ciudad, comprende una unidad de servicios educativos por cada 363 efectivos entre los 0 y los 24 años. En promedio hay un plantel por cada 415 efectivos en el estado. En algunos municipios, la proporción representa a más del doble en habitantes, como en El Llano y Asientos.
La segurabilidad humana requiere que la persona sea integrada a un sistema educativo que le permita participar en el quehacer colectivo. Participar, aprender, emprender son verbos que se conjugan cuando se ha adquirido escolaridad. En este tema, Tepezalá y Calvillo son los municipios de Aguascalientes con mayor rezago.
Carencias notables para la segurabilidad humana en Aguascalientes
Es notable que en Aguascalientes cerca del 20% de la población (y en algunos municipios más que eso) presenten para el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (CONEVAL) carencias por acceso a la alimentación, como en los casos de El Llano, Cosío y Asientos.
De hecho, hay carencias que propician que la población en alto porcentaje sea catalogada como “pobre” y particularmente en pobreza laboral, es decir, que sí cuentan con trabajo, pero con lo que les pagan no alcanzan a cubrir la línea básica para el bienestar —condiciones muy presentes incluso en municipios como San Francisco de los Romo, San José de Gracia y Calvillo—.
Especial atención se debe poner a las viviendas y los hogares, tanto en materia de servicios como espacio vital para las personas. Causa inseguridad humana la falta de vigilancia o de alumbrado en las calles, el hacinamiento y la falta de servicios tales como la luz, el agua y el drenaje en los hogares, entre otros cada vez más necesarios (como el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación).
Así, la seguridad humana, que tiene como objetivo primordial al individuo y la colectividad en donde vive, considera a la persona como el centro de la seguridad. Con las experiencias que se han vivido en el país en los últimos años, podemos afirmar que la seguridad nacional no nos conduce necesariamente a una mayor seguridad humana. Se requiere una política pública de desarrollo humano integral.