El trabajo de oficina requiere de personas que puedan enfocarse en generar los resultados previstos. El control y la administración de datos, así como tener una correcta organización de los mismos es elemental.
Mejorar la productividad en la oficina es siempre un reto, ya que existen varios aspectos a tomar en cuenta, desde un pago justo a los colaboradores hasta el hecho de que cuenten con lo necesario para realizar sus labores.
Por supuesto, esto supone una carga de estrés en las y los colaboradores que, como mínimo, merecen contar con un espacio digno y cómodo para desarrollar sus talentos.
En esta ocasión, conocerás tres estrategias sencillas y fáciles de implementar para estimular un ambiente más amigable para laborar en tu oficina, desde aspectos de comodidad hasta la implementación de un purificador de agua para empresas.
Contar con las herramientas necesarias
Como ya se ha comentado, el hecho de que se cuente en las oficinas con todo aquello que se necesita para trabajar es una de las cosas más importantes a considerar para aumentar la productividad.
Tener una conexión a internet estable y rápida, insumos como papel para imprimir, bolígrafos, marcadores, etc., así como escritorios y sillas cómodas que cuiden la postura, hará del espacio de trabajo un lugar que no produzca molestia a las y los colaboradores.
Espacios de esparcimiento e hidratación
El trabajo en oficina genera estrés en varios aspectos: mental, físico, articular, muscular, etc. Por eso en las empresas se ha implementado desde hace años elementos que calmen ese estrés. Por ejemplo, contar con lugares de relajación en que las y los colaboradores puedan tomar un descanso, charlar con sus compañeros de trabajo, formar vínculos, etc.
En estos espacios de esparcimiento y desconexión, aunque sea por algunos minutos de los deberes del trabajo, también es importante contar con amenidades básicas. La instalación de un dispensador de agua para beber en la oficina puede hacer una gran diferencia entre tener colaboradores incómodos o colaboradores contentos.
La deshidratación es un fenómeno natural del cuerpo, no es necesario realizar alguna actividad física de alta demanda de energía para sentir sed. Por ello, se recomienda el consumo de, por lo menos, dos litros de agua al día para el caso de adultos, pero esta cantidad puede ser mayor de persona a persona.
Al tener deficiencias de hidratación pueden presentarse dolores de cabeza, falta de concentración, irritabilidad y dificultad para procesar información. El hecho de brindarle a tus colaboradores agua pura, fresca y de calidad representa un plus que, lamentablemente, pocas empresas ofrecen.
Por ejemplo, para instalar un dispensador de agua eléctrico se necesita tomar en cuenta la calidad del agua potable que llega al lugar de trabajo para, de esta manera, obtener la mejor recomendación de purificador para tus necesidades específicas.
El valor agregado que se ofrece a los clientes con la contratación de uno de estos dispensadores es importante. Este comprende desde visita a las instalaciones para la elaboración y diseño de la propuesta hasta invitación a eventos en línea para diferentes áreas y comunicados de indicadores de sustentabilidad; así podrás apreciar los resultados de tu inversión.
Todos estos purificadores cuentan con la certificación NOM-244-SSA5545628903 de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios; es decir, son completamente seguros para procesar agua potable y convertirla en agua pura para beber.
Tener una correcta iluminación
El último consejo tiene que ver con el diseño del espacio de trabajo y la correcta iluminación del mismo. En la mayoría de los casos, esto es algo que pasa desapercibido por aquellas personas o empresas que ofrecen empleos de oficina.
Los colores neutros como el blanco, azul claro, o incluso el gris, con una amplia iluminación tanto natural como eléctrica, pueden mejorar el estado de ánimo y la concentración. Sobre todo, al privilegiar la entrada de luz solar, además de mejorar la productividad, también generarás un ahorro considerable de recursos.
