Este año el Yellow Day o «Día más feliz del año» cae el 20 de junio, te contamos la historia de esta peculiar celebración.
Esta idea fue popularizada por el psicólogo británico Cliff Arnall en 2005, quien desarrolló una fórmula matemática para determinar qué día del año era el más feliz.
Para Cliff Arnall, la felicidad se puede resumir en una fórmula que tiene en cuenta las temperaturas, la socialización, el contacto con la naturaleza y las vacaciones, entre otras cosas.
Su objetivo al crear este día era era tener una jornada en la que las personas pudieran celebrar y disfrutar de la felicidad en su forma más pura.
¿Por qué el Yellow Day se celebra el 20 de junio?
En el caso del color, el amarillo se asocia comúnmente con la felicidad, la energía, la positividad y la luz del sol. Según la psicología del color, el amarillo tiene la capacidad de estimular la creatividad y mejorar el estado de ánimo.
Es por eso que este día se promueve la vestimenta de este color, así como alguna decoración con con estos tonos.
En cuanto a la fecha de celebración, se dice que el 20 de junio fue el día seleccionado porque cumple con una serie de factores que ayudan a que la gente esté más feliz.
La fórmula desarrollada por el psicólogo Cliff Arnall para determinar el «día más feliz del año» se basa en los siguientes factores:
[W + (D-d)] x TQM x NA
Donde:
- W: Clima (Weather, en inglés)
- D: Deuda acumulada después de las fiestas
- d: Salario mensual
- T: Tiempo transcurrido desde las Navidades
- Q: Motivación
- M: Sensación de necesidad de actuar
- NA: Necesidad de tomar medidas para enfrentar la situación
Debemos recordar que esta formula no tiene un sustento científico claro, y muchos científicos la ven más bien como un concepto de Marketing.
Es por esta razón que esta misma formula puede tener algunas variantes en los datos calculados.
Algunas de las variantes más comunes incluyen elementos como la actividad física, el tiempo de exposición al sol, el nivel de interacción social, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, la gratitud, entre otros.
Recordemos que la felicidad es un estado emocional complejo y subjetivo que no se puede medir de manera precisa mediante una fórmula matemática. Cada individuo experimenta la felicidad de forma única y personal.