La Universidad Cuauhtémoc ha destacado entre las universidades privadas del país, no sólo debido a la excelencia de sus programas académicos, sino también por fomentar el pleno desarrollo personal y profesional de sus alumnos.
Por ejemplo, Marisa Escobar, otorrinolaringóloga y cirujana facial, señala: «Enseñar medicina no es tarea fácil y los maestros siempre se caracterizaron por su pasión por enseñarnos de la mejor manera”.
También agrega que la institución la alentó a profundizar en investigación, lo que la llevó a estudiar en dos centros nacionales de salud destacados del país.
Yulissa Orozco, egresada de Ingeniería Civil, destaca que en la UCA se busca la equidad al proporcionar igualdad de oportunidades sin distinción de género.
Indica que la comunidad UCA promueve un entorno saludable, fomentando la incorporación y el respeto entre sus miembros. Los espacios y actividades contribuyen al cuidado de la mente y el cuerpo, mientras adquieren conocimientos en las aulas con el respaldo de los docentes.
Bárbara Cristina de Luna se graduó en la carrera de Nutrición y realizó su servicio social en el prestigioso Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ella expresa que la UCA siempre impulsó su desarrollo.
“La universidad siempre me dio las armas para ser capaz de lograr lo que pasara por mi mente en nuestro ámbito laboral. Ser mujer nunca fue una variable que me impidiera lograr mis sueños. Mis profesoras y directora fueron un pilar muy fuerte”, finaliza.
Te puede interesar…