Para Patty Álvarez, la responsabilidad de liderar esta transformación digital en los 17 países que integran la zona de Middle Americas así como el camino ascendente que ha emprendido en AB InBev no habrían sido posibles sin sortear una serie de barreras que suelen enfrentar las mujeres profesionistas.
Un reporte reciente de Sheryl Sandberg arrojó que los hombres aplican para un trabajo aun cuando sólo cumplen el 60% de las calificaciones; en cambio, las mujeres suelen solicitar solamente si cumplen el 100%
En su camino profesional, Patty Álvarez Vera se ha percatado de esta situación: las propias mujeres suelen deslegitimar sus posibilidades de crecimiento y la ocupación de puestos de liderazgo por no situar en valor real sus capacidades.
“Sistemáticamente, la mujer tiende a desestimarse. Cuando tú le preguntas a un profesionista hombre por qué ocupa un puesto de liderazgo, suele decir ‘porque soy un chingón’. Le haces la misma pregunta a la mujer y comúnmente atribuye su éxito a componentes fuera de ella”, refiere Patty Álvarez Vera.
Ella pudo desistir de la oportunidad de incorporarse al ámbito tecnológico al no ser su campo de dominio, pero creyó en sí misma y en sus posibilidades. Claramente tuvo que esmerarse para aprender a desenvolverse en un área nueva, pero aceptó el desafío y lo superó con creces.
“Nos cuesta trabajo entender que si estamos paradas aquí es porque nos lo merecemos y porque trabajamos muy duro para lograrlo. No caigan en el error de decirse ‘no sé si soy suficiente para este puesto’. Aviéntense, porque nos ha costado mucho trabajo sentarnos en la mesa de los profesionistas y no debemos perder ese lugar. ¡Siéntense en la mesa!”, llegó a proclamar la líder de DBO en Talent Land. En este foro de emprendimiento tecnológico, el más importante de México, participó como ponente para impulsar a las adolescentes y mujeres en el sector.
Patty Álvarez Vera tiene otro consejo que suele dar a las mujeres que conforman su equipo (de las 103 personas que lidera, el 48% son mujeres): no se vayan antes de la jugada. Independientemente del plan de vida que cada una escoja, la líder en BrewTech exhorta a las mujeres a no tomar decisiones precipitadas que limiten su desarrollo personal y profesional.
Señala que ha conocido compañeras que tienden a desaparecer del mapa y no se postulan a promociones por razones como “quiero embarazarme en el futuro” o “no tendré tiempo”, cegando así su crecimiento.
“No se vayan antes de la jugada. Si van a decidir tener una vida en donde está un matrimonio y unos hijos, tomen la decisión cuando estén ahí, incluso cuando regresen de la licencia de maternidad, antes no […] Verdaderamente no es momento de tirar la toalla y dejar de luchar”, ilustra Patty.
Bien sabe de lo que habla. Madre de dos hijos, menciona que uno de los grandes desafíos ha sido compaginar su labor materna con un trabajo sumamente demandante en tiempo y atención.
“El reto más grande ha sido combinar esos dos roles y quedar bien en los dos. Yo sé que no soy ni la directora ni la madre perfecta, pero disfruto las dos cosas que hago porque son mi pasión. Amo a mis hijos, a mi esposo, estar en casa, pero también amo salir de viaje por algún tema que debemos ver en el exterior, amo ir a la oficina, convivir con mi equipo o hacer conferencias”, destaca.
Confiesa que no ha sido tarea fácil. La búsqueda de la perfección en ambas facetas la conducía a veces a quedarse corta tanto en el trabajo como en la familia. Por ello, ha sido de gran ayuda aceptar que no se puede ser infalible el 100% de las veces y que aun así sus hijos, su esposo y sus colaboradores la quieren.
“Entendí que las cosas pueden fallar y no pasa nada. Aprendí una agilidad para arreglar las cosas. Si no lograba ir a un festival de los niños, me daba el tiempo para convivir con ellos. Si no alcanzaba un target en la compañía, comprendía rápidamente cómo podía seguir generando valor o un caso de negocio alterno que fuera un poco más viable, porque ya habíamos fallado en el primero”, detalla.