Originaria de Monterrey, Rosa Amelia nació en el seno de una familia que le inculcó valores éticos y morales como la honestidad, el compromiso, el esfuerzo, entre otros. Egresó de la Licenciatura en Sistemas en Computación Administrativa del ITESM Campus Monterrey, donde se graduó con mención honorífica por tener la puntuación más alta de su generación.
Desde su época estudiantil, dio muestra de una generosidad inherente a su persona, debido a que ayudaba a sus compañeros a entender materias que se les dificultaban. Una generosidad que permearía el resto de su vida.
Tras el fallecimiento de su abuelo, lideró durante ocho años la empresa inmobiliaria de la familia. Al concluir su ciclo ahí, se mudó a Aguascalientes y, junto con otros socios, estableció un negocio de servicios computacionales, el cual fue uno de los primeros en vender máquinas Macintosh en el estado.
Pero su vocación y pasión se encontraban en otro lado. El enfoque de la vida de Rosa Amelia está en ayudar al prójimo, lo cual basa en sus creencias espirituales. “La palabra de Dios dice: ‘Dar de gracia lo que de gracia hemos recibido’, y que es más bienaventurado dar que recibir. Son verdades que he aprendido y me gusta poner en práctica. Si compartes lo que tienes, Dios se encarga de multiplicarlo”, comenta.
Siguiendo esa ideología, decidió contribuir a la educación de los niños y jóvenes aguascalentenses por medio de la impartición de clases privadas de matemáticas; fue entonces cuando conoció un Centro de Matemáticas Kumon en Monterrrey. Convencida de la misión y sus materiales, abrió la primera franquicia en Aguascalientes del Método Kumon, el cual “está basado en una metodología integral para desarrollar el potencial de los estudiantes; para que sean autodidactas, independientes y con gran autoestima en matemáticas y lectura”.
Sin duda, los padres de familia perciben algo en Rosa Amelia, ya que durante dos décadas le han confiado el desarrollo de sus hijos. Su modestia le impide encontrar una respuesta, pero acaso atina en explicarlo así: “Pienso que es por el amor y dedicación con que hago mi trabajo. Confucio alguna vez dijo: ‘Elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida’. Esto es mi pasión”.
La filosofía de vida de Rosa Amelia se resume en las siguientes palabras: «Lo que va a importar no es tu éxito, sino tu significancia. No es lo que aprendiste, sino lo que enseñaste. No lo que conseguiste, sino lo que diste».