Por Walter Buchanan, CFA director de inversiones en SaveNest
Hoy en día me encuentro frecuentemente en redes sociales a gente interesada en el mundo de las inversiones; muchos se preguntan: ¿qué es lo mejor que puedo hacer con mi dinero, con mis ahorros? Y hacen bien, pues ahorrar no es suficiente para alcanzar tranquilidad financiera o preservar el patrimonio, hay que protegerlo contra la inflación -como mínimo-, y si queremos escalar en grados de tranquilidad financiera, deberíamos pensar en otras opciones de inversión.
Pero, ¿cómo está nuestro país en números de inversión?, ¿cuántas personas invierten?, ¿qué tan grande es nuestro mercado bursátil?
La Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB) publica periódicamente un boletín en el que nos arroja varios números.
Actualmente existen 298 mil cuentas bursátiles.
De estas cuentas, poco menos de la mitad invierte en mercado de capitales, lo que nos daría menos de 150,000 cuentas. Ahora veamos los números de los fondos de inversión.
Los números de participación son un poco más alentadores para fondos de inversión de deuda, pues cuentan con más de dos millones trescientos mil clientes, pero para el caso de fondos de renta variable los números siguen pareciendo bajos.
Si a estos clientes de fondos de inversión de renta variable sumamos los contratos de casa de bolsa con posiciones en mercados accionarios, tendríamos más o menos 370,000 posibles clientes para el mercado accionario en México, este número es bajo pues indica que sólo 0.30% de personas que invierte en mercado de capitales en nuestro país, esto en el mejor de los casos pues hay muchas personas que no sólo tienen un contrato bursátil sino varios, lo que haría este número aún más bajo.
Pudiéramos pensar que en comparación con Estados Unidos este número se ve muy mal, pues allí más de 50% de los hogares poseen inversiones en el mercado accionario.
Evidentemente estamos hablando de un país desarrollado, con uno de los mercados accionarios más redituables en el mundo; la comparación no parece justa. En Brasil, por ejemplo, la gente que invierte en el mercado de valores equivale a alrededor de 0.76% de la población; en Alemania, que también es país desarrollado, invierte cerca de 10% de la población; en Corea del Sur, país emergente asiático, también invierte a alrededor de 10% de la población.
¿Porqué será tan baja la participación en México? Somos la quinceava economía del mundo por Producto Interno Bruto (PIB) nominal (y la onceava por PIB ajustado a poder de paridad de compra).
En cuanto a bolsa, tenemos pocas empresas listadas: el mercado alemán tiene más del tripe de empresas que las bolsas mexicanas, y el de Corea del Sur tiene 16 veces más empresas listadas.
De las 15 economías más grandes del mundo, somos la que tiene menos empresas listadas por millón de habitantes, teniendo una empresa listada por cada millón de habitantes.
Y viendo el valor de las bolsas en dólares, también somos de las que tiene menor capitalización de mercado (excluí en la gráfica a Estados Unidos, que es casi 5 veces más grande que China).
Nuestro mercado no es tan joven, pues la Bolsa Mexicana de Valores se fundó en 1894; ya tiene más de 100 años. Podríamos debatir si el mercado es pequeño porque sólo una mínima parte de la población participa en él o al revés, que sólo unos cuántos participan debido al tamaño de mercado.
Quizá -y es lo que creo por lo que me ha tocado observar- aún lidiamos con fantasmas del pasado, pues muchas personas todavía recuerdan el crack de 1987 de la bolsa en México, donde perdió casi 70% de su valor en unos pocos meses, o el crack de 1995 donde también se vio afectada por la crisis financiera llamada “Efecto Tequila”.
Tal vez haya lectores que no les ha tocado la experiencia en carne propia, o éramos unos niños; pero seguramente hemos escuchado anécdotas terribles de cómo hubo gente que lo perdió todo en 1987 y 1995, lo que sigue generando miedo y aversión a los mercados de capitales.
Sin duda fueron tiempos muy turbulentos y difíciles, pero tal vez sea momento de sacudirnos los fantasmas del pasado pues en mi opinión hoy contamos con un mercado más regulado y más robusto que el de hace 33 años.
Sin embargo, hay que olvidarnos de los fantasmas del pasado cuando desde 2004 contamos con el Sistema Internacional de Cotizaciones, que es donde la Bolsa Mexicana lista emisoras e instrumentos extranjeros, alternativas que hacen más grande nuestro panorama de inversión y que, desde mi punto de vista, anulan el pretexto de que nuestro mercado local es pequeño. Y quizá al final, si hay más inversionistas, esto termine por fomentar el crecimiento del mercado local y tengamos más empresas listadas en un futuro.
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