El desarrollo de la agricultura significó un gran apoyo para la civilización humana. En los inicios, las personas eran nómadas, es decir, se transportaban de un lugar a otro para obtener alimento y alojamiento sin quedarse en un sitio demasiado tiempo.
Al momento de que estos nómadas comenzaron a aprender sobre técnicas de siembra y cosecha, pasaron a ser sedentarios. Durante siglos, esta labor se profesionalizó hasta lo que hoy conocemos.
Hoy en día, los productos que se cosechan pueden ir desde frutas y verduras hasta flores y demás hortalizas. Cada una de ellas, en ocasiones, necesita de ciertos cuidados específicos para crecer correctamente.
Por ejemplo, hay ciertas cuestiones que se deben conocer y analizar para saber cómo cultivar pepino y otros miembros de la familia cucurbitácea como las calabazas, calabacines, sandías y melones.
El pepino es altamente vendido en el mercado, ya que puede utilizarse en una gran variedad de platillos, desde ensaladas, cocteles de fruta, jugos e incluso puede comerse sin otros elementos.
Para que el pepino pueda crecer debe encontrarse con una temperatura estable de entre 20 a 30 grados centígrados y una humedad alta. Por ello, también es una de las especies que crece fácilmente durante el invierno, aunque es mejor cuando el ambiente es más caluroso.
El pepino puede producirse en invernadero o en campo abierto pero la tierra debe ser drenada y tener una alta exposición al sol. Se recomienda el uso de composta de materia orgánica, así como la remoción de la maleza antes de sembrar.
El espacio entre las plantas debe permitir el correcto crecimiento de las raíces, ya que este fruto es, básicamente, una enredadera. Por ello también se recomienda el uso de una malla o el cultivo dentro de invernadero.
Sistema ideal para el riego de pepino
En la industria de la producción agrícola existen diferentes tipos de sistema de riego; para la siembra de pepino uno en particular beneficia ampliamente a su sano crecimiento.
Hay que recordar que esta planta crece desde abajo hacia arriba en forma de enredadera, por lo cual es necesario que el agua llegue directamente al punto de siembra (es decir, a su raíz).
La planta de pepino crece y se esparce por el suelo, por lo cual un sistema que use una gran cantidad de agua afectará al producto (pues no se necesita tanta).
Además, usar demasiada agua provocará una erosión del suelo que afectará el crecimiento del pepino.
El sistema de riego por aspersión trata de replicar las condiciones de una lluvia. El espacio hasta el que llega el agua es amplio y puede mojar las hojas fácilmente. Si bien este tipo de riego es bueno para plantas altas, y aunque el pepino lo es, puede que necesite de un sistema más específico.
Riego por goteo
El sistema de riego por goteo es ideal para esta clase de cultivos ya que el agua se focaliza específicamente a las raíces y se puede adaptar para que ninguna raíz se quede sin este líquido.
El riego por goteo es recomendado: permite una correcta absorción del agua, además no genera charcos que puedan dañar los cultivos y es realmente práctica. Por ejemplo, se pueden disolver los fertilizantes en el agua y suministrarlos a la planta mediante el agua del sistema de goteo.
Usar este sistema también representa un ahorro considerable de agua, especialmente útil en aquellas zonas donde este recurso es limitado, convirtiendo así tu siembra en una producción ecológica.
El goteo es ideal para monitorear también todos los parámetros del agua, como su calidad y pH, volumen y caudal —en el sentido de los pepinos necesitan agua con un pH de entre 5.5 hasta 7—.
El cultivo de pepinos es más sencillo de lo que parece, pero es mucho más sencillo cuando cuentas con las herramientas correctas. El sistema de riego por goteo es, en este sentido, la mejor opción.