Por Xicoténcatl Morales Hurtado, CEO SELF México
El poder de un verdadero líder se demuestra en las crisis, pero se consolida por el carácter forjado a través de éstas. Si eres de las personas que están esperando “regresar a la normalidad”, quizá primero necesites preguntarte ¿qué me perdí?, ¿por qué muchos se renovaron?, ¿en qué punto dejé de ver el panorama que esta situación me ofrecía?
Salir fortalecido de una experiencia dolorosa es la mayor muestra de resiliencia y madurez que un empresario requiere adquirir para lograr el éxito que persigue. Esperar que la contingencia terminé para regresar a hacer las mismas cosas no le permitirá disfrutar de nuevos y mejores triunfos.
El trébol
Un afamado consultor organizacional egresado de la Business School de Barcelona expuso alguna a vez ante sus alumnos una técnica que hoy ha llegado a considerarse la herramienta número uno de los dueños de negocio que buscan rediseñarse.
Conocida simplemente como “el trébol”, esta técnica permite que focalicemos tres importantes recursos que dan soporte a nuestra visión empresarial con el objetivo de extender intereses o expandir deliberadamente nuestra compañía buscando una renovación sustancial.
Tómate el tiempo necesario para completar cada uno de sus puntos, llenando a consciencia los elementos que la componen; aquí el aspecto de cómo luce “el trébol”:

Cómo usarlo
La mayoría de las personas que sueñan con emprender deben ser conscientes de que no pueden perder la oportunidad de aprender de sus errores, malas temporadas e incluso amenazas latentes de fracaso. Todos estos factores, por más indeseables que suenen, nos sacuden pero no para destruirnos, sino para hacer que caigan los viejos paradigmas y hábitos que nos han impedido crecer a mayor estatura.
Esta sencilla herramienta ha sido utilizada por muchas personas y empresas que buscaban una forma práctica para reinventarse. Úsala en la planificación estratégica que seguro estás terminando de redactar con tus equipos de trabajo o para pensar en nuevos productos que en definitiva –y después de esta temporada desafiante– serán parte de tu catálogo.
El mismo autor que nos regala este instrumento sugiere que donde se cruzan los tres círculos (“Lo que haré”), debemos colocar aquellas tareas de las que estamos plenamente enamorados, es decir, actividades que nos inspiran, edifican y ayudan a ofrecer un mejor rendimiento. Estas tareas difieren de las que llevas haciendo por mucho tiempo, pues se tratan de proyectos que habías querido emprender y no te atrevías. Quizá esa temporada ya llegó.

No sólo busques ganar (busca aprender)
Las empresas e individuos competitivos se mantienen aprendiendo todos los días. Someternos a un autoexamen para optimizarnos es una buena manera de aprovechar los días que aún quedan antes de que se declare el levantamiento paulatino de la cuarentena.
Así como “el trébol”, existen muchas otras prácticas que pueden ayudarnos a producir flexibilidad, reinventar nuestra firma y sacar lo mejor de nosotros mismos, cediendo las viejas fórmulas para dar entrada a un verdadero periodo de transición.
Esta pandemia obligó a muchas organizaciones a pensar a fondo en su destino dentro del mercado, otras comprendieron que sus principales servicios quedaron rebasados por una fuerte demanda. En horabuena por los empresarios que ampliaron su oferta, se capacitaron con urgencia para ofrecer nuevos bienes, renovaron sus jornadas productivas y adquirieron mejores tácticas de mercadeo, signos todos de que su empresa y persona los convierte en agentes de cambio sobresalientes.
Que “el trébol” y esta lectura te sea de apoyo para que sigas cosechando grandes triunfos.