En Guanajuato, al igual que en el resto de las entidades del país, las mujeres ganan menos que los hombres. La brecha salarial continúa afectando en los empleos formales e informales, esto de acuerdo al estudio «Mercado laboral y brechas de género” realizado por México ¿cómo vamos?.
En los empleos formales, las mujeres de Guanajuato perciben en promedio 9 mil 450 pesos y los hombres 10 mil 849 pesos. En este sentido, las mujeres ganan 12.8% menos que los hombres.
Por otra parte, referente a los empleos informales en la entidad, las mujeres perciben un salario promedio de 4 mil 878 pesos y los hombres reciben 7 mil 55 pesos. Estos datos muestran una brecha salarial de 30.8%.
¿Cómo se mide la brecha salarial?
ONU Mujeres explica que la brecha salarial de género resulta del porcentaje resultante de dividir dos cantidades: la diferencia entre el salario de los hombres y las mujeres, dividida entre el salario de los hombres. Si la cifra es negativa, significa que las mujeres ganan más que los hombres.
¿Por qué existe la brecha salarial en Guanajuato y el país?
Es crucial resaltar que diversas variables contribuyen a explicar las disparidades salariales entre mujeres y hombres, entre las que se encuentran:
- Empleos a tiempo parcial: Un mayor porcentaje de mujeres trabaja a tiempo parcial en comparación con los hombres. Esto se debe a que las mujeres suelen reducir sus jornadas laborales para hacer frente a las responsabilidades no remuneradas relacionadas con el cuidado de sus familias.
- Empleos menos remunerados: Las oportunidades para que las mujeres accedan a empleos de mayor categoría y avancen en sus carreras son más limitadas. Esto contribuye a que ocupen puestos menos remunerados en general
- Discriminación laboral: Las mujeres enfrentan una discriminación más pronunciada en el mercado laboral, lo que repercute negativamente en sus oportunidades profesionales y salariales.
Las brechas salariales de género se explican en gran medida por el considerable tiempo que las mujeres dedican a actividades no remuneradas en el hogar, como labores domésticas y el cuidado de familiares, ya sean menores, personas enfermas o adultos mayores.
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