Ciertos indicadores, como el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el Producto Interno Bruto (PIB), son mundialmente aceptados como herramientas de análisis que reflejan la realidad de los países, estados y ciudades. Como instrumentos de medición del bienestar humano y desencadenantes de acciones para el cambio hacia una sociedad más igualitaria, sopesan desigualdades y miden el progreso.
El documento más reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que, en IDH, México tiene una calificación de 0.779 en una escala de 0 a 1 (puesto 76 a nivel mundial). El país con mejor puntuación es Noruega (0.954), y la peor le corresponde a Nigeria (0.377).
Gracias al IDH, se puede medir que los estados del Bajío-Occidente y los del norte tienen los mejores estándares de vida; en cambio, el sur del país tiene los peores. Los informes mundiales del IDH 2020 y 2021 contemplan ya el efecto de la pandemia.
El IDH 2022 profundiza en una conversación centrada en las desigualdades. En América Latina y el Caribe se presentan grandes contrastes, donde la riqueza y la prosperidad coexisten con la vulnerabilidad y la pobreza extrema.
Esperanza de vida e IDH estatal
La esperanza de vida es un indicador que mide el promedio de años que se esperaría que viva una persona, basado en el nivel de mortalidad de un determinado grupo de población. La expectativa de vida nacional se encuentra en los 75.3 años. La esperanza de vida de las mujeres asciende a 77.93 años —por tanto, es mayor a la de los hombres, situada en 72.3 años—.
La ciudad de México (CDMX) y Aguascalientes encabezan la esperanza de vida en México según estudios de PNUD-SEMARNAT, seguidos de Baja California y Baja California Sur. Los estados del sur (Guerrero, Chiapas y Oaxaca) se encuentran en la parte baja de la tabla. La expectativa de vida presenta una importante correlación con el Desarrollo Humano.
El IDH es un índice compuesto que toma en cuenta tres elementos básicos. Dos aluden a la formación de capacidades (longevidad y nivel de conocimientos) y un tercero (nivel de vida aceptable) es una medida vinculada tanto con el bienestar material como con las capacidades de consumo familiar.
Consignan el PNUD y la SEMARNAT que la ciudad de México, Nuevo León y Coahuila encabezan el IDH. Le siguen Aguascalientes, Baja California y Baja California Sur. Los estados del sur Veracruz, Guerrero y Oaxaca se encuentran en la parte baja de la tabla. La expectativa de vida presenta una importante correlación con el Desarrollo Humano.
La mitad de las entidades federativas ya cuentan con una lectura de IDH superior a los 0.800 puntos que los ubica entre Grecia y Serbia. Los países latinoamericanos mejor posicionados en desarrollo humano son: Chile (.855), así como Argentina, Costa Rica y Uruguay (.809). Aguascalientes califica con .820.
Para conseguir esta valoración, el IDH toma tres variables fundamentales dentro del desarrollo de una nación:
- PIB per cápita. Se utiliza para evaluar si los ciudadanos del país tienen realmente acceso a los recursos necesarios para una calidad de vida decente.
- Educación. Mira variables como el nivel de alfabetización de la población adulta o el nivel de estudios alcanzado por cada ciudadano, desde la primaria hasta los estudios superiores.
- Esperanza de vida. Estudia el promedio de edad de los fallecidos cada año. Permite obtener una visión de la edad media en la que fallecen los habitantes de cada país.