En su Informe de Riesgos Globales 2024, el Foro Económico Mundial alerta sobre un panorama global donde el desarrollo humano se ve amenazado por una creciente vulnerabilidad frente a riesgos emergentes y ya conocidos. El análisis, basado en casi dos décadas de datos originales, destaca que los cambios sistémicos en el poder global, el clima, la tecnología y la demografía están llevando al límite la capacidad de adaptación mundial.
El informe, desarrollado en colaboración con Zurich Insurance Group y Marsh McLennan, revela que la cooperación para abordar los problemas globales podría disminuir, dando lugar a nuevos enfoques para enfrentar los riesgos. Se pronostica un posible orden multipolar o fragmentado en los próximos 10 años, donde las potencias disputarán nuevas reglas y normas.
Según las conclusiones del informe Riesgos Globales 2024, más del 30% de los expertos globales anticipan una alta probabilidad de catástrofes mundiales en los próximos dos años, y casi dos tercios prevén que esto suceda en la próxima década.
Preocupaciones Clave para el 2024:
- Desinformación y Conflicto: El costo de vida, la información errónea y la desinformación impulsada por la inteligencia artificial dominan las preocupaciones para 2024. Además, se destaca el riesgo de conflictos armados entre estados como una de las principales preocupaciones a corto plazo.
- Incertidumbre Económica y Desigualdad: La constante incertidumbre económica, las brechas económicas y tecnológicas, y la falta de oportunidades económicas ocupan un lugar destacado en los riesgos inmediatos y a largo plazo.
- Riesgos Ambientales: Dos tercios de los expertos temen eventos meteorológicos extremos en 2024. Cambio climático, pérdida de biodiversidad, escasez de recursos y contaminación son considerados algunos de los riesgos más graves para la próxima década.
El informe Riesgos Globales 2024 insta a los líderes a reconsiderar las estrategias para abordar los riesgos globales, proponiendo un enfoque centrado en la cooperación global y la rápida creación de defensas contra riesgos emergentes. Entre las recomendaciones se incluyen acuerdos que aborden la integración de la inteligencia artificial en decisiones vinculadas a conflictos. Además, se aboga por fortalecer la resiliencia individual y estatal mediante campañas de alfabetización digital y promover la investigación y desarrollo en predicción climática y tecnologías para acelerar la transición energética, con la participación de sectores público y privado.