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Pobreza laboral: principal problema en Aguascalientes

Se reporta por México Cómo Vamos, con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que 2022 cerró con menor pobreza laboral, pero con mayor participación de mujeres en la informalidad.

Al cuarto trimestre de 2022, la tasa de informalidad laboral ascendió al 51%, cantidad muy semejante a la observada en el trimestre anterior (51.2%). El porcentaje de la población en situación de pobreza laboral disminuyó a 38.5% en comparación con el trimestre previo (40.1%).

22 entidades federativas mostraron un incremento en los niveles de pobreza laboral de su población respecto a su nivel pre pandemia. Destacan los incrementos observados en los estados de Aguascalientes, Guerrero, Michoacán, Zacatecas y Querétaro.

Al cierre del 2022, únicamente diez entidades federativas tienen un porcentaje de su población en situación de pobreza laboral menor que el observado en el primer trimestre de 2020: San Luis Potosí, Hidalgo, Yucatán, Tamaulipas, Nayarit, Quintana Roo, Coahuila, Chihuahua, Baja California y Baja California Sur. Es notable el caso de Hidalgo, con una reducción de 4.8 puntos porcentuales de la población en situación de pobreza laboral.

Destaca el incremento mostrado por Aguascalientes de diez puntos porcentuales en la población en situación de pobreza laboral, al pasar de 30% en el primer trimestre del 2020 al 40% en el cuarto trimestre de 2022.

Baja California Sur y Baja California son las dos entidades con menor proporción de su población en pobreza laboral (con tasas menores al 20%). Sin embargo, Baja California Sur, entidad federativa con menor porcentaje de personas en pobreza laboral, tiene la brecha más amplia entre hombres y mujeres: por cada 100 hombres en pobreza laboral hay 137 mujeres en esta situación. Esta diferencia es mayor que la registrada en el trimestre previo (124 mujeres).

Ante el semáforo

Para que un estado tenga un semáforo en verde, su tasa de pobreza laboral debe ser menor a la nacional y, además, debe haber mostrado un mejor desempeño anual (una disminución mayor en el caso del cuarto trimestre de 2022). Este método se utiliza para la medición de pobreza laboral total, femenina y masculina.

En el 4T2022, en las 32 entidades la tasa de informalidad laboral es mayor para las mujeres (54.8%) que para los hombres (48%). Posterior a los peores momentos de la pandemia, esta brecha ha ido en aumento.

La informalidad laboral mexicana asciende al 51%. En el Bajío es mayor en Zacatecas (53.1%) y Guanajuato (52.1%) que en Querétaro (41.3%) y Aguascalientes (38.5%). En San Luis Potosí, la mitad de la población se encuentra en esa condición laboral y en Jalisco el 44%.

El cumplimiento de la meta para cada estado depende de que su tasa de informalidad laboral sea menor a la nacional y de que el cambio en su tasa haya representado un mejor desempeño que la observada en la tasa de todo el país. Para las entidades con informalidad laboral más alta a la nacional, el semáforo económico se ubica en color rojo.

En lo que va del año, se han sumado casi 100 mil mujeres a la formalidad; destacan los estados de Zacatecas y Aguascalientes en su proporción de puestos generados para mujeres.

Ante la Agenda 2030

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (OSD) 8 “Trabajo Decente y Crecimiento Económico” marca la necesidad de::

  1. Mantener disponibles los servicios de salud esenciales y proteger los sistemas sanitarios.
  2. Ayudar a las personas a lidiar con la adversidad mediante la protección social y servicios básicos.
  3. Proteger empleos; apoyar a pequeñas y medianas empresas, y a los trabajadores del sector informal, mediante programas de respuesta y recuperación económica.
  4. Orientar el aumento necesario de estímulos fiscales y financieros para que las políticas macroeconómicas funcionen en favor de los más vulnerables; reforzar las respuestas multilaterales y regionales.
  5. Promover la cohesión social e invertir en sistemas de respuesta y resiliencia impulsados por las comunidades.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reporta que, para 2030, se van a necesitar 470 millones de puestos de trabajo adicionales en todo el mundo para aquellos que accederán por vez primera al mercado laboral.

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