Hace más de 100 años, Mercedes-Benz cambió el mundo cuando creó el primer automóvil de combustión interna. En la actualidad, la empresa alemana lidera la transición hacia los vehículos eléctricos basándose en la sólida fundación que la ha distinguido durante más de un siglo: la constante innovación, reflejada en los máximos estándares de seguridad, confort y elegancia en sus vehículos.
Mercedes-Benz se compromete con un futuro de movilidad completamente eléctrico a través de su estrategia sostenible Ambition 2039; busca lograr una neutralidad de carbono en toda su flota de vehículos nuevos para el año 2039, cubriendo desde el desarrollo técnico hasta la extracción de materias primas, la producción, la vida útil y el reciclaje.
Además, apuesta por ofrecer una línea completa de vehículos 100% eléctricos que abarque todas las clases. Actualmente, dispone de siete modelos, cada uno diseñado para satisfacer las necesidades de un tipo específico de cliente. Estos incluyen: el EQC, EQA, EQB, EQS Sedán, EQS SUV, EQE Sedán y EQE SUV.
En los vehículos EQ, Mercedes-Benz dispone de una batería que opera en un rango de voltaje de 382V a 459V. Esta batería constituye la red de alimentación para todos los equipos y componentes de alto voltaje presentes en el vehículo.
Ser eléctrico con la marca alemana nunca fue más sencillo al disponer de tres tipos de carga. En primer lugar, se halla la regeneración, que se obtiene al desacelerar o frenar; en segundo lugar, se dispone de un cable doméstico; y, en tercer lugar, Mercedes-Benz cuenta con una infraestructura sólida de puntos de carga llamada Wallbox, que el piloto puede visualizar en la app Mercedes Me directamente en el tablero de su vehículo.