A un año de asumir la dirección industrial de Mabe, pero con 25 años de trayectoria en la empresa, Manuel Carreras Ortega tiene la encomienda de dirigir tres de las doce plantas que producen electrodomésticos en el continente para el segmento de cuidado de ropa, compresores y componentes.
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Ingresó a la compañía al poco tiempo de graduarse como ingeniero Industrial y de Sistemas en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Esta oportunidad le permitió aprender de los procesos internos desde varias perspectivas y responsabilidades.
Conforme creció en la organización, Manuel también aprendió a gestionar equipos de trabajo con la intención de alcanzar resultados exitosos para los parámetros de la empresa.
«En Mabe creemos que los líderes debemos estar involucrados con nuestros equipos en todas las etapas de un reto«, destaca.
Aprender en el proceso
De pasar por puestos técnicos a partir de los 24 años a operar áreas gerenciales a los 49, Manuel Carreras Ortega conoció a fondo los productos de Mabe, así como los procesos de fabricación a lo largo de un cuarto de siglo.
A medida que sus responsabilidades aumentaron, aprendió que, en Mabe, la clave del éxito recae en apoyarse en equipo capaz, empoderado y motivado para entender a la perfección la situación real del negocio, así como siempre tener los objetivos de e indicadores presentes
Relata que el talento de su equipo se demostró en plena pandemia por COVID-19, cuando Mabe produjo y distribuyó centros de lavado para sanitizar en hospitales la ropa de los médicos que se hacían cargo de los pacientes contagiados por el virus.
Priorizar la agilidad y la flexibilidad
Como director industrial de Mabe, Carreras Ortega es responsable de cumplir con indicadores de seguridad, calidad y entrega con base a los sistemas de trabajo definidos por la compañía.
Asimismo, junto a su equipo de trabajo se encarga de una cadena de suministro ágil y flexible, con procesos eficientes y un sistema de manufactura confiable para producir electrodomésticos con calidad consistente a través del tiempo. El resultado de este proceso, agregó, es brindar un producto competitivo, de calidad y de manera oportuna en cualquier canal de venta que favorezca al consumidor final.
Confiesa que la volatilidad es el reto más grande que enfrenta la industria, de ahí que trabajar con procesos ágiles y flexibles permite realizar ajustes necesarios para entregar al cliente el producto que merece.
Liderazgo con precisión
Para Manuel, un líder debe ser un facilitador de resultados y no quien acapara todo el trabajo.
Por ello, define su estilo de liderazgo como de involucramiento. De inicio, comunica de forma clara las métricas cuantitativas y cualitativas para enseguida fijar una estrategia en mutuo acuerdo con su equipo de trabajo. El paso siguiente es instruir a cada miembro sus responsabilidades de una forma precisa.
“El verdadero liderazgo comienza con el seguimiento del día a día. Una vez que está definida la estrategia se tiene que generar un seguimiento estructurado y con mucha disciplina con todo el equipo rector… Así pueden enterarse de los logros y fallas para poder medir consecuencias y reajustar si es necesario”, destacó.
Enfoque en el problema para manejar de crisis
Frente a nuevas tendencias y necesidades del mercado, Manuel y su equipo se mantienen actualizados a través de capacitaciones tanto técnicas como sociales. Asegura que todas tienen una razón de ser y un fin aplicable para continuar con un enfoque y un personal de calidad en una empresa vanguardista.
En situaciones difíciles, la organización siempre se enfoca en el problema, pues al entenderlo bien, está casi solucionado. Además, en Mabe siempre se tiene el respaldo de todo el equipo de trabajo, ya que la organización entiende que ningún problema es resuelto por un individuo.
“Si se aplican esas tres máximas a cualquier crisis, seguramente el equipo podrá resolverla”, finalizó.