Por Xicoténcatl Morales Hurtado, Director de Grupo Gavata
Los líderes empresariales se mueven en varias dimensiones, aprendiendo de sus errores y buscando la forma de llevar adelante sus iniciativas, sobre todo en momentos tan imprevistos como los que enmarcaron el cierre del pasado 2020 y al parecer el inicio de este año.
Tal como lo revelan las historias de éxito que hemos visto despuntar en el contexto de la pandemia, sus trayectorias los hacen adaptarse a los diversos cambios, acoplar experiencias y articular variaciones, tantas como las circunstancias lo demanden.
Sin embargo, muy frecuentemente dejamos de reconocer la habilidad de reinventarnos. Se nos olvida que una visión de negocio es perfectible, muda con el tiempo y requiere muchos ajustes sobre la marcha, factores ante los cuales no todas las personas son capaces de responder asertivamente.
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El aprendizaje doloroso también es aprendizaje
Bill Hybels, afamado consultor empresarial, decía que hay varias fuentes constantes de aprendizaje para los dueños de negocio “la voz de los demás, la experiencia personal del pasado y el dolor”. De estas tres, opina el autor, la última deja huellas muy profundas.
El inicio del año que recién comenzamos es propicio para plantearnos qué viene, cómo afrontaremos las secuelas del Sars Cov-2 en este primer trimestre del nuevo ciclo y cómo es que esta crisis sanitaria de proporciones apocalípticas nos está enseñando a rediseñar estrategias que promuevan ajustes a las organizaciones; todo con miras a programar un itinerario exitoso para el 2021.
La forma en que los directivos de unidades de negocio gestionen, regeneren y autoevalúen sus desempeños será determinante para hacer un encuadre correcto de las situaciones presentes y las que se avecinan. Por encuadre me refiero por un lado a dimensionar con precisión las debilidades y amenazas que anuncia la situación económica y sanitaria de los próximos meses y por otro ajustar las oportunidades y fortalezas que deben capitalizarse para librar los embates de la curva de decesos, contagios y pérdidas humanas que no termina por aplanarse.
Salir de la visión de “túnel”
Ya que estamos iniciando ciclos, sería bueno preguntarnos algunas cosas: cuál es el principal objetivo de este nuevo año, el de mi empresa durante el 2021, el que cumplo o tendré dentro de mi organización. Usa estas preguntas detonadoras como el inicio de una reinvención necesaria que requieres considerar a fondo.
Lo anunciado por las instancias internacionales hasta este momento no suena muy prometedor y parece que estamos entrando en lo que en el ámbito de la consultoría denominamos visión de “túnel” (esa perspectiva limitada que nos incapacita para ver algo a los lados o de forma periférica).
Si nos limitamos a lo que podemos ver o a las parciales soluciones externas no tendremos un correcto asidero para afrontar esta crisis que promete prolongarse. Ni siquiera teniendo en mano la anunciada vacuna o trabajando en el cumplimiento de las actuales medidas sanitarias u otras más restrictivas.
Es necesario apuntalar la autogestión de las organizaciones, dar pasos en dirección de una renovación sostenible y reforzar nuestros esquemas emocionales o si no terminaremos perdiendo esta batalla en diversos frentes. Ello requerirá al menos cuatro cosas:
a) Ajustar decisiones y corregir deficiencias administrativas.
b) Evaluar desempeños y encauzar rendimientos claros.
c) Invertir con prudencia en recursos técnicos, humanos y materiales.
d) Convocar nuevos perfiles e integrar rostros nuevos a tu compañía.
Seguramente hay disciplinas o rutinas que se crearon hace tiempo y al parecer han funcionado dentro de tu entorno productivo tradicional, pero hay otras que no, o al menos ya no son suficientes para responder a la nueva realidad establecida por la Covid19. La habilidad de reinventarse requiere precisamente ser capaces de abandonar los viejos patrones para buscar deliberadamente procesos que nos ayuden a realizar mejor las cosas.
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Estrategias nuevas (de verdad)
Aún antes de la pandemia muchas iniciativas venían buscando alternativas de cambio. Cualquier cosa que estés dispuesta/o a hacer a favor de tu firma animará a las personas a afrontar este año con una mejor cara. Te sugerimos aplicar algunas de estas recomendaciones:
- Añade un calendario para recibir y procesar las solicitudes de recursos .
- Establece un programa de equipamiento a tu personal.
- Ayuda a tus equipos de trabajo a forjar metas comunes.
- Mantén comunicado a tu personal sobre el panorama.
- Busca alianzas para crear una sana interdependencia.
El horizonte definitivamente puede ser más optimista si nuestra actitud, como diría Peter Marshall, nos da la suficiente claridad para saber dónde pararnos y por qué luchar.
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