Icono del sitio Líder Empresarial

El “mega apagón” de CFE; Crónica de una Falla Anunciada.

Estamos tan acostumbrados a la energía eléctrica y dependemos tanto de ella que simplemente cuando encendemos el televisor, las luces de nuestras casas o cargamos nuestros celulares, ni siquiera pensamos en lo que sucede para que esa energía que consumimos pueda llegar a nosotros. Solo notamos su verdadera importancia cuando no la tenemos. Todo se vuelve caos y un mar de reclamos.

Así las cosas para 10.3 millones de usuarios que el 28 de diciembre permanecieron sin energía tras una gran interrupción en el suministro eléctrico producto de la salida de dos líneas de transmisión entre Tamaulipas y Nuevo León de 400 Kilo Volts.

Hoy circulan en diversos medios, versiones de toda índole que pareciera que en algunos casos se dan hasta con cierta precaución ante la falta de certeza por la gran desinformación que se tiene, la falta de conocimiento y lo ampliamente politizado del tema.

Una de las versiones más polémicas, la del incendio (donde se exhibió una carta de protección civil de Tamaulipas que después fue señalada como falsa), no deja de ser una causa probable ya que la quema de pastizales es un suceso común que en zonas del país como esa, donde granjeros y campesinos colocan cultivos debajo de líneas de transmisión. 

Pobladores cuyas propiedades se encuentran anexas a los “derechos de paso” de las líneas de transmisión muchas veces invaden esas “vías” de CFE y queman maleza como práctica para limpiar los terrenos. Practica que por cierto, además de altamente peligrosa ya ha “disparado líneas” (o la activación de protecciones eléctricas) de CFE por la ionización del aire durante la quema.

El calor ioniza las líneas… la energía se va por el aire provocando un corto circuito. De esto hay bastantes videos e información en la red que pueden consultarse y por lo mismo, no vale la pena detenernos en este tema.

La falla entonces fue un doble disparo y al CENACE (Centro Nacional de Control de Energía) que es a quién le corresponde el “despacho de la energía”, se le salió de control la regulación de frecuencia y voltaje. Al estar toda la red del SEN (Sistema Eléctrico Nacional) interconectada entre sí, existe un balance muy delicado entre producción y demanda de energía.

Hay que entender que la frecuencia es una medida del “estado de salud” de la red eléctrica en perfecto balance, pero al salir de operación las redes de transmisión entre Tamaulipas y Nuevo León, el balance se rompe y se activan los protocolos de seguridad.

¿Tienen la culpa las renovables?

No directamente, aquí sucede que cuando existe mayor producción de energía que demanda de la misma, el CENACE gestiona protocolos para amortiguar esos desbalances por ejemplo, al girar “en vacío” grandes generadores, que no hacen otra cosa que “drenar” todo ese exceso de energía al trabajar como reactores (recordemos que hoy la energía que se produce en México en su mayoría no se puede almacenar, se consumen en el momento o literalmente se tira). 

Todos las plantas generadoras de CFE justamente cuentan con diversos sistemas que prevén esto y ante movimientos en parámetros como la frecuencia, voltaje o corriente activan reactores, capacitores,  generadores, etc que permiten literalmente “amortiguar” o “compensar” de manera coordinada cualquier desbalance.

Esto claro, excepto en las plantas de energía eólica y solar privadas que fueron construidas con protocolos limitados a solo inyectar energía y desconectarse ante una falla; a diferencia de lo que vemos en otras partes del mundo donde la exigencia para los sistemas renovables (intermitentes o no) en términos técnicos son los mismos que para cualquier otra fuente de generación de energía.

Te puede interesar

Como usted recordará, en el artículo “Techos solares, la mejor solución para el Sistema Eléctrico Nacional” publicado en éste mismo medio mencionábamos que uno de los grandes retos a los que se enfrenta el SEN es el de su modernización y también, el del cumplimiento de las regulaciones de manera cabal. El 28 de diciembre del 2020, pudimos ver como justamente por falta de esos elementos (acumulados en el tiempo), el sistema sufrió un desbalance que dejo sin energía al Noreste del país.

Así que no, las renovables NO son las culpables por ser “renovables” o por ser “intermitentes” (como gusta llamarles este gobierno), el problema radica en la falta de apego a las regulaciones existentes por parte de Generadores y Usuarios Calificados, que emanan de la LIE (Ley de la Industria Eléctrica) en materia de eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad del SEN; como lo son, entre otras el Código de Red y a la falta de infraestructura para preparar al SEN y sus redes generales de distribución para recibir y gestionar adecuadamente la gran inyección (y cada vez mayor) de energía proveniente de fuentes renovables de cualquier tipo.

Lo que debería seguir…

El SEN debe ampliar su capacidad e infraestructura de manera urgente con miras a poder soportar adecuadamente la entrada ordenada de los grandes parques solares y eólicos, poner en marcha la implementación del PRODESEN (Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional) publicado desde 2018 y su proyecto de Red Eléctrica Inteligente (REI), que busca mejorar la eficiencia, confiabilidad, calidad y seguridad del SEN con la incorporación de tecnologías avanzadas de medición, monitoreo, comunicación y operación.

Los generadores privados deben apegarse a las regulaciones y seguir las mejores prácticas a nivel internacional implementando medidas de tipo “FFR” o Fast Frequency Response (por sus siglas en inglés) para prestar servicio coordinado a la red a la que se interconectan. Esto, por ejemplo, es ya un requisito en Estados Unidos desde el 2018 para todos los generadores privados en escala “utility”.

Así que, mientras sea más importante politizar que atender las causas que originan apagones como el del 28 de diciembre, es altamente probable que veamos cómo éste tipo de problemas se hagan cada vez más y más frecuentes impactando indudablemente al bolsillo de todos los mexicanos.

Humberto A. Martínez Femat

Director General de Ecolife Technologies

Te puede interesar

Salir de la versión móvil