Por: Humberto A. Martínez Femat, Director General – EcoLife Technologies.
En los últimos días hemos sido testigos de la polémica que han causado diversas publicaciones, declaraciones y comentarios en los que se habla de cómo el gobierno mexicano pretende oponerse al uso de energías provenientes de fuentes renovables.
También hemos escuchado el término “generación distribuida”, que no es otra cosa que la generación o producción de energía “in-situ” para abastecer las necesidades energéticas que se tienen en el propio lugar donde se produce la energía, esta modalidad ha ganado más popularidad recientemente con los “techos solares”.
¿Por qué hablar hoy de ambos temas es relevante?, primero tratemos de entender de manera simple lo que sucede actualmente:
Los problemas de producir energía donde no hay consumo
Independientemente de que La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a través de la Primera Sala, recientemente confirmara su decisión de suspender la “Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional” de la Secretaría de Energía (SENER), la puesta en marcha de los grandes parques de energía solar sigue implicando un gran reto técnico y altos costos operativos para el Sistema eléctrico Nacional (SEN).
Pero ¿qué sucede? Si bien el tema en sí mismo es altamente complejo, el problema tiene al menos dos componentes importantes: la falta de apego al marco legislativo establecido por la reforma energética desde pasadas administraciones y una muy desactualizada infraestructura eléctrica en lo que corresponde a las redes de transmisión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Hablar específicamente de la infraestructura de las redes de transmisión en México actualmente obliga a reconocer que estas se encuentran peligrosamente saturadas, lo que se traduce en pérdidas de energía (pérdidas térmicas por el fenómeno físico conocido como “efecto Joule”), implicando además demasiados retos logísticos y técnicos para lograr el recibir y canalizar toda la producción de la energía de los grandes parques cuyo propósito está orientado a “maximizar la producción de energía” a través del esquema de “Venta Total de la Energía” a Comisión Federal de Electricidad (CFE) en zonas geográficas donde no necesariamente existe la misma proporción de consumo, ni en cantidad ni en tiempo, obligando a transportar esa energía con altos costos que recaen en la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que eventualmente serán trasladados al contribuyente, es decir usted.
Lo anterior sin contar con el reto que plantea la intermitencia propia de las tecnologías solar y eólica, pues generan grandes picos de inyección de energía en ciertos momentos del día, (por ejemplo, en el caso de la solar únicamente cuando sale el sol) mismos que no siempre están sincronizados con la demanda de la misma.
Esto último supone nuevamente un gran reto para la infraestructura del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) al tener que compensar la entrada y salida de dichos parques de energía todos los días. Y en cualquier caso si la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no puede detener el abasto, pero las empresas privadas y sus parques sí pueden, ¿quién asume el costo de eso?
El reto de actualizar la infraestructura existente para adaptarse a las nuevas tecnologías.
México debe mirar al futuro y entender que en éste ya no cabe considerar únicamente la producción centralizada de energía dependiente de infraestructura ya obsoleta y mucho menos en base a combustibles fósiles. Debe por ende, modernizarse a mediano plazo el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y prepararlo para las nuevas tecnologías de fuentes renovables. Una tarea sin duda nada fácil.
Generación distribuida: ventajas y beneficios.
La gran ventaja que presenta la Generación Distribuida radica esencialmente en que la energía se produce en el mismo lugar donde se consume y en que todos los excedentes que se tengan serán consumidos literalmente por el vecino, es decir, esa energía nunca llegará a redes de transmisión.
Lo anterior representa no sólo un gran negocio para Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues implica vender al mismo precio cada KiloWatt al usuario final a un costo mucho menor, pues esa energía no requirió de ser transportada desde una central eléctrica a cientos de kilómetros de distancia, lo que se traduce en enormes ahorros y en aliviar la saturación de las líneas de transmisión de las que hemos hablado.
La “Generación Distribuida” representa por lo tanto, una excelente manera de reducir los efectos de saturación e intermitencia que se tienen en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), sumando a la rentabilidad que gana la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE) y dando la posibilidad a los usuarios de también tener grandes ahorros al reducir su recibo de energía. Adicionalmente, se logrará de esa manera el cumplimiento de México respecto a sus metas en términos de reducción de CO2, resultando en un ganar – ganar para todos.
¡Invierta en energía solar!
La Generación Distribuida Solar es hoy por hoy una gran oportunidad que tenemos de generar grandes ahorros fácilmente a cualquier nivel (residencial, comercial e industrial), adquirir beneficios fiscales y de contribuir a mejorar las condiciones de operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), por lo que tomar parte de esta “megatendencia” es algo que no debe dejar pasar. Existen en el mercado ya bastantes opciones de financiamiento para adquirir los beneficios de estas tecnologías sin erosionar sus finanzas.
Se debe por ende, siempre tener presente que en cualquier escala de proyecto es muy importante ponerse en manos de expertos, empresas y/o asesores calificados que puedan acreditar experiencia con certificaciones emitidas por organismos con reconocimiento a nivel nacional e internacional, como la Asociación de Normalización y Certificación AC (ANCE) o “estándares de competencia” como el EC0586.01, EC1181 y EC1180 emitidos por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) con reconocimiento a nivel federal, para tomar una decisión de inversión debidamente informada e inteligente.
Ponerse en manos inexpertas, con certificaciones “patito” (de poco o nulo reconocimiento) o de dudoso nivel de experiencia, no solo le hará perder tiempo y dinero, sino que cierra las puertas al futuro de la energía solar en México y los beneficios implícitos en esta tecnología.
¡Que nadie te apague el sol!