“Cómo anillo al dedo”, una frase que bien puede aplicarse en México ante los cuellos de botella que detienen las cadenas de suministro globales y que han causado altos niveles inflacionarios.
Aquellas actividades que disminuyen el proceso de producción e incrementan los tiempos de espera, así como reducción en la productividad se definen como cuellos de botella.
¿Cómo puede ser una oportunidad para México? De acuerdo a Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA México, a través de potenciar el rol de las cadenas de valor con Estados Unidos. Para ello hay que reducir el clima de incertidumbre, así como mejorar la infraestructura – portuaria y carretera – requerida para transportar insumos y productos finales.
A su consideración, las empresas que suministran a Estados Unidos se han percatado de los riesgos que implica el tener cadenas de suministro demasiado largas y lejos del mercado norteamericano.
En esta ocasión el gran disruptor fue el COVID-19, pero no ha sido el único factor. Otros episodios de disrupciones fueron la explosión de la planta nuclear de Fukushima o la gripe aviar en el este de Asia.
No solo las empresas han identificado las ventajas por reubicar a sus proveedores, pues recientemente el gobierno de Estados Unidos elaboró un reporte sobre los riesgos que implica la lejanía de las cadenas de suministro de sectores estratégicos o ubicadas en países no alineados geopolíticamente.
“Atoradas”, así están las cadenas de suministros por el COVID-19
Desde hace meses los puertos en Asia y en California están congestionados con embarcaciones que esperan días para poder descargar mercancías. En tanto, los precios de transportar contenedores a través del océano Pacífico se han incrementado hasta en ocho veces, explicó Serrano.
Estos cuellos de botella ha resultado en la pérdida de fuerza de la recuperación económica en varios países, entre los que están México y Estados Unidos. En consecuencia, la producción de manufacturas como la del sector automotriz opera por debajo de su capacidad.
Para Serrano, el COVID-19 no afectó la capacidad instalada de las economías, por lo que ha medida que la pandemia comience a controlarse, estos cuellos de botella empezarán a ceder.
De hecho, si bien estamos lejos de la situación pre-crisis, ya hay algunas señales de que esto está sucediendo, como son la reducción en tiempos de entrega de insumos y la caída en los fletes de contenedores por vía marítima, explicó.
¿Cómo aporta el gobierno mexicano?
En entrevista con la revista Expansión, Tatiana Clouthier, secretaría de Economía, detalló que fortalecer y reactivar las cadenas de suministros es uno de los retos del gobierno mexicano.
El plan de vacunación ha sido uno de los ejes principales; sin embargo, dijo que se trabaja en nuevas estrategias para atraer una mayor Inversión Extranjera Directa y de esta forma aumentar el comercio exterior.
Por otra parte, en el reciente Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos ambas naciones acordaron reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro en ambos lados de la frontera.
Los puntos acordados para fortalecer las cadenas de suministro que ya existen y las nuevas que se establezcan fueron:
- Coordinar la acción respecto de industrias críticas con el fin de mitigar las perturbaciones en las cadenas de suministro.
- Explorar oportunidades para complementar las necesidades en materia de cadena de suministro de ambos países, evaluando las posibilidades de lograr mayor competitividad.
- Atraer inversiones y reducir las vulnerabilidades en sectores críticos.
- Promover las tecnologías ambientales a través de intercambios de información y misiones comerciales.
Mientras que para facilitar el comercio e infraestructura en los dos países se acordó:
- Trabajar sobre la base de los principios de corresponsabilidad y cogestión de nuestra frontera común a través de la Iniciativa para la Gestión de Fronteras en el Siglo XXI.
- Promover la competitividad económica entre Estados Unidos y México por medio de la innovación y mejorando los cruces de frontera terrestres y la infraestructura portuaria marítima.
- Mejorar el acceso a los dispositivos e insumos médicos para emergencias de salud pública.