El tequila continúa siendo un símbolo de la cultura mexicana con una presencia significativa tanto a nivel nacional como internacional. De acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila (CRT), México cuenta con mil 959 marcas de tequila certificadas que aseguran el envasado de origen, lo que refleja la diversidad y la riqueza de este sector.
Además, la globalización de esta icónica bebida es evidente, con 692 marcas de tequila envasadas fuera del país.
El tequila no solo es una de las bebidas más emblemáticas de México, sino también una fuente considerable de ingresos a través de sus exportaciones.
Según el Panorama Alimentario 2023 publicado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), las exportaciones de tequila alcanzaron los cuatro mil 085 millones de dólares en 2022.
Esta cifra coloca al tequila como el segundo producto más valioso en el ámbito de las exportaciones mexicanas, solo superado por la cerveza.
Entre los principales destinos de exportación, destacaron:
- Estados Unidos: Dos mil 514 mdd
- España: 46 mdd
- Japón: 42 mdd
Marcas de tequila reconocidas de México
La cantidad de marcas de tequila es un reflejo de la riqueza y diversidad. Cada una tiene su propia historia, su propio proceso de elaboración, su sabor único y su personalidad distintiva. Algunas de las más reconocidas son:
- Patrón
- Don Julio
- Herradura
- Casa Noble
- El Jimador
- Fortaleza
- Cenote Arette
- Tears of Llorona
- Tapatío
Historia de una bebida nacional
El uso del agave y su transformación en bebidas alcohólicas tiene raíces profundas en la historia y la cultura precolombina de México.
Tradicionalmente, se cree que el agave fue utilizado en rituales y que su fermentación se inició tras ser cocido. Un mito ancestral sugiere que el proceso de fermentación fue descubierto cuando un rayo cayó sobre un agave, liberando el líquido de su interior.
Con la llegada de los españoles y la introducción de técnicas de destilación, provenientes de la cultura árabe, la bebida evolucionó hacia lo que hoy conocemos como tequila, marcando un ejemplo de mestizaje cultural. Esta mezcla incluyó elementos prehispánicos junto con nuevas técnicas y procesos europeos.
Sin embargo, según Rogelio Luna Zamora, un pionero en el estudio de la historia del tequila, investigaciones recientes en historiografía y etnoarqueología plantean que los antiguos habitantes de la región podrían haber conocido y utilizado métodos de destilación independientes.
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