Toluqueña de nacimiento, pero queretana de corazón, Mitzi Ameyali García Hernández busca abrirse camino en el ámbito de la coctelería de autor en el estado y, ¿por qué no?, en el mundo. Hija de Antonio Berroeta García, desde hace seis años llegó a nuestra entidad para contribuir a la profesionalización con su Academia de Mixología.
Relata que desde pequeña se había sentido inspirada al ver a su papá preparar con pasión y creatividad cada bebida. En cuanto tuvo oportunidad de aprender más sobre el mundo de la coctelería, no dudó y se acercó a los libros que su papá tenía en casa.
Mitzi trabajó en distintas barras de café —desde grandes cadenas hasta establecimientos pequeños en Querétaro—, en donde descubrió el potencial de diversas plantas, hierbas y frutas; sobre todo, se enamoró de un ingrediente que después se convertiría en el elemento perfecto para un innovador cóctel.
Al poco tiempo, el llamado a crear se hizo más fuerte. Comenzó a modificar los ingredientes de las recetas de los libros y a experimentar tanto con sabores como con texturas. Su padre, al ver su talento, la invitó a estudiar en su academia.
García Hernández cuenta que, actualmente, ambos están trabajando en la reapertura del bar familiar, mejor conocido como Palo Mulato. Desde finales del año anterior, comenzaron con remodelaciones a la barra y a la carta de bebidas (incluso modificaron el nombre).
Para este nuevo concepto, padre e hija buscan generar un espacio de confianza y cercanía con los clientes. Además, de acuerdo con Mitzi, al ser una barra pequeña, existe la ventaja de atender de forma más personalizada a quienes buscan una bebida diferente.
La mixóloga de 22 años comenta que su cóctel tradicional favorito es el Gin & Tonic, mismo que le ha servido como base para experimentar. Aquí es donde entra ese elemento que antes conoció: el té matcha. Relata que, con un toque de este ingrediente japonés, unas gotas de limón eureka, todo a punto de nieve y decorado con perlas de maracuyá, se genera un refrescante y diferente gin.
“La creatividad es clave. Aunque conozcas miles de ingredientes, si no se te ocurre qué hacer, sólo se repiten los tragos. Es rico recrear un cóctel, pero es increíble crear tu propia versión de lo que a ti te gusta”, finaliza Mitzi García.